La prensa de extremo centro agudiza sus diferencias en campaña. «La Razón» dedicaba editorial a su Mariano del alma, comenzando con una clase de historia: «La historia del siglo XX dejó muy claramente escrito que el peor enemigo de Europa han sido las identidades nacionales en su versión más desaforada e irracional, aquellas que defendían que por encima de la voluntad de sus pueblos no había ley alguna que las frenara». Como todas sabemos, la versión española no es desaforada e irracional, por eso está por encima de la voluntad de los pueblos para aplicar «la ley» y frenar sus identidades nacionales.

En «Libertaddigital», Cayetano González, quien fuera director de Comunicación del Ministerio del Interior a las órdenes de Mayor Oreja, dedicaba su pieza a Ortega Lara, fundador de Vox, y daba a entender que Rajoy no le cae muy bien, a diferencia del ex funcionario de prisiones: «Si yo fuera Rajoy, sentiría como un puñal clavado en el corazón la contestación rotunda de Ortega Lara cuando se le pregunta sobre quién le ha decepcionado más en este Gobierno: `Quien más me ha decepcionado es Mariano Rajoy. Nunca pensé que la política antiterrorista de este Gobierno iba a seguir este cauce'». Y después hablaba de una reunión entre Rodríguez Zapatero y Fernández Díaz en la que, según Cayetano, «es fácil suponer que Zapatero transmitió a su interlocutor los compromisos a los que había llegado con ETA y que estaban pendientes de cumplimiento». Decía que siete meses después Interior propició la puesta en libertad de Josu Uribetxebarria. Pues no, no está libre, se encuentra en prisión domiciliaria, aunque ya sabemos que Cayetano preferiría el fusilamiento. Después, pedía una reflexión «en el terreno de lo moral, de los principios, de lo que ha sido la trayectoria de un partido, específicamente en el País Vasco, que hasta hace poco fue un referente para muchos españoles en la lucha por la libertad y contra el nacionalismo obligatorio». No se refiere al de camisa azul, ¿eh?

Y terminaba arremetiendo contra la izquierda soberanista, diciendo que no espera que el Gobierno del PP «rectifique», porque ha oído al ministro de Interior «que a ETA solo le queda sus presos y `poquito, poquito más', como si la presencia de Bildu, Sortu o Amaiur en las instituciones fuese algo que se pudiera desgajar del entramado y de los fines por los que ETA ha asesinado a 857 personas». Una presencia que no gusta a Cayetano y hay que suprimir. Todo cuadra: demócratas orgánicos.