Raimundo Fitero
DE REOJO

Abstención


Se partido único con dos caras, Cañete y Valenciano, tiene una estrategia sólida para lograr los mayores índices de abstención en las inminentes elecciones europeas. Ese simulacro de debate en la parcial TVE fue uno de los peores realitys de los últimos tiempos de la insidiosa marea antipolítica que crean en los laboratorios de no ideas de las grandes marcas tapaderas de las bandas de especialistas en acaparar capitales turbios en las aguas cristalinas de la ingenuidad ciudadana con ínfulas democráticas.

Si en el próximo debate lo hacen a través de pantallas de plasma se acercarán mejor a la realidad de sus roles. Ambos supuestos contendientes comparten el noventa y ocho por ciento de programa. La diferencia está en la marca de reloj que prefieren que les regalen los beneficiados por sus concesiones de obras. No se había visto nunca una falta tan ostensible, manifiesta y convertida en eslogan propagandístico de programa europeo. Yo diría que si les preguntaran en un polígrafo de «Sálvame» qué saben de Europa, no contestarían más allá de tres restaurantes de Bruselas y alguna sauna en Estrasburgo. Ni por asombro solicitan el voto para defender una forma de existir, ser o estar en una comunidad de intereses económicos del capitalismo neoliberal, sino que quieren la adhesión incondicional de los que votan contra el otro. Un desencanto. Un desencuentro. Una inercia errática.

Sigue el novelón leonés creciendo en interés. Un policía retirado fue el primer testigo de cargo y el que avisó a sus excolegas. Y rompió involuntariamente el guión. Uno piensa que sin esta solución inmediata, ¿qué hubiera sido este crimen en su repercusión mediática? Hubiera salido ETA de nuevo a pasear, hubiera sido un crimen execrable de las alimañas. Pero se les ha desbaratado parte de la campaña. Ahora no saben qué hacer con la marihuana encontrada en el piso franco de esta familia de jefe de policía. Y la hija acusada, de nombre Triana, para redondear el cuadro, tiene contrato de asesoramiento con el Parlamento Foral de Nafarroa. ¿Quién quiere más concomitancias? Hay que abstenerse de opinar que Fernández Díaz y sus agentes de la verdad absolutista revelada nos vigilan.