EH Bildu recaba toda la información posible sobre los sobrecostes de las obras del TAV e irregularidades en las contrataciones de las empresas que están ejecutando los distintos tajos de la «Y vasca». Su intención, avanzaron ayer los parlamentarios Dani Maeztu y Oskar Matute, es poner todo lo que descubran en manos de la Fiscalía, aunque precisaron que, con los datos que obran en su poder y noticias como la publicada ayer por GARA y NAIZ sobre el viaducto de Zaratamo, hay «suficientes» indicios para emprender de oficio una investigación judicial como la que se ha impulsado contra directivos de Adif por tramos en Barcelona.

Para la coalición, que Adif siguiera adelante con la construcción del puente sobre el Nerbioi, sabiendo que descartaba «provisionalmente» el túnel de 7,4 kilómetros bajo Malmasin y Miribilla para acceder a Bilbo y optaba por un ramal que lo dejaba sin servicio, es un «despropósito político» que ha costado a las arcas públicas once millones de euros. Recordaron la desviación de tres millones al tener que modificar el proyecto, pues la infraestructura diseñada, a la que el gestor español de infraestructuras ferroviarias dio el plácet en dos ocasiones, no iba a ser capaz de sostenerse.

El viaducto de Zaratamo es, en su opinión, una «chapuza sin límites» aunque tan solo la «punta del iceberg». «Supone echar a la basura once millones de euros», enfatizaron, aclarando que la totalidad de la «Y vasca» se presupuestó en algo más de 4.100 millones pero va a rondar los 10.000. «Millones de euros que se dejarán de destinar a educación, sanidad, cultura u otras necesidades más apremiantes y con mayor rentabilidad social que el TAV», denunció Matute en rueda de prensa.

El parlamentario apuntó a que el «despilfarro» va unido a sobrecostes económicos «sin justificación alguna. Abultando de manera indecente -añadió- adjudicaciones a la baja del coste inicial de las mismas, que acaban por igualar, cuando no superar con creces, los presupuestos iniciales». Tal reflexión la sustenta EH Bildu en las advertencias que viene realizando el Tribunal Vasco de Cuentas Públicas (TVCP) en los informes sobre las contrataciones de los tramos del TAV entre 2009 y 2011.

«Gran pacto de silencio»

A pesar de las evidencias, «al estilo de los años de la corrupción y el desfase inmobiliario y del cemento en España, con sus aeropuertos sin aviones y paradas del AVE sin pasajeros», censuraron el «gran pacto de silencio» entre PNV, PSE y PP. Se entiende «porque se encuentran sumergidos, por igual, en el lodazal del despilfarro y las innumerables irregularidades que con dinero público se están cometiendo en estas obras». Puntualizaron que sobrecostes e irregularidades se suceden en todos los tramos, corresponda la gestión al Gobierno español o al de Lakua.

Creen que el daño ambiental, social y económico es ya «irreparable», apostillando que todavía se puede conseguir con la paralización del TAV que la factura de las obras no sea «un lastre insalvable» para las arcas públicas. EH Bildu entiende que PNV, PSE y PP «se encuentran metidos en un callejón del que no saben o no quieren salir», de ahí que apelen a la sociedad vasca para que presione a esas fuerzas políticas para que dejen de «despilfarrar» dinero público.

Está por determinar, por cierto, la inversión que habrá que hacer para conectar la línea de alta velocidad a la red convencional en Basauri. Por ejemplo, habrá que construir un nuevo viaducto sobre el Nerbioi, más costoso aún al ser en curva.