El escritor adopta el lugar de un muchacho aquejado por la enfermedad mental, y presta al protagonista la voz -en primera persona- para que nos narre su vida, su relación con sus familiares, y con la enfermedad que se desliza como una serpiente atravesando el árbol genealógico, y prendiendo en algunos miembros del genograma. Mattews -que así se llama el protagonista- llega a considerar a tal serpiente como formando parte de sí, de modo que las situaciones las reviven y las reconocen los dos : él y su inseparable serpiente. Con una sencillez y una sensibilidad encomiables, Matt nos va desgranando sus vivencias: la muerte temprana, por accidente, de su hermano mayor, Simon, que debido a la enfermedad debía ser atendido por él; el final del hermano llegó cuando él tenía nueve añitos, y desde entonces la memoria de Simón ha ocupado un papel esencial en los recuerdos de Matt , como si desease estirar los deseos y la presencia de Simón tras su fin. Tras el suceso, le sacaron de la escuela a la que iba haciéndose cargo de su educación su madre, tampoco es carente de afectos la relación que mantiene con su padre que le llama «mon ami». También juega un papel de peso en la vida del muchacho la abuela Noo -no es el caso del abuelo cuya sordera hace que no se entere de lo que le cuentan- que resulta ser una dama generosa y que dentro de lo que cabe no es una metete, sino que deja a cada cual que sea sí mismo y hasta le regala al nieto una máquina de escribir para que relate su historia, sus vivencias y sus impresiones, instrumento que el muchacho emplea sin recato para relatar sus experiencias de encierro, etc. Asistimos igualmente a las relaciones estrechas con un colega de estudios, Jacob, con quien asiste a la madre enferma de éste, al mismo tiempo que trabaja en un centro de asistencia a ancianos. Del mismo modo somos llevados , en un vaivén hacia atrás y hacia adelante, a lo largo de la narración a los continuos requerimientos de la asistenta social que le exige el cumplimiento del tratamiento al que ha de someterse tras haberse desencadenado las paranoias, alucinaciones, y los consiguientes encierros y medicaciones.Una novela escrita con corazón, con estrecha empatía, y que da cuenta explícita de la mente de un ser al que precisamente le flojea el control de ella, y que sin embargo da muestras de una clarividencia con respecto a los males que le acucian en los entresijos de su mismo ser. Coadyuva a lo señalado el tono y las conversaciones francamente logradas que consigue el escritor que se mete en la cabeza ajena, en la que las cosas aparecen con una apariencia realmente distinta al del común de los mortales. Un mundo distorsionado narrado con una claridad y distinción prácticamente cartesianas, una penetración en los recovecos del alma. Cualquiera que haya tenido, por suerte o por desgraciacontacto con algún sujeto aquejado por alguna distorsión de las aquí relatadas se verá realmente tocado en lo más íntimo de su corazón; y los que no verán que su mirada se extiende a lo desconocido.