ANTONIO CUESTA
PERIODISTA
ANÁLISIS | ELECCIONES MUNICIPALES Y REGIONALES EN GRECIA

La izquierda griega planta cara en la primera batalla

El primer asalto en las elecciones locales y regionales de Grecia dejó este domingo un resultado incierto de cara a la segunda vuelta, que tendrá lugar el 25 de mayo, y a los comicios para el Parlamento Europeo, que el principal partido opositor, Syriza, ha planteado como un referéndum contra la austeridad.

Las particularidades del sistema político griego en este tipo de convocatorias hacen difíciles los análisis a partir de las cifras de votos, y más aún la posibilidad de extrapolarlos a la segunda vuelta. Si bien el partido de Gobierno, el conservador Nueva Democracia (ND), obtuvo a nivel regional algo más del 20% de los sufragios, el izquierdista Syriza cerca del 15%, el Partido Comunista por encima del 8% y los neofascistas de Amanecer Dorado el 7,5%, fueron los candidatos independientes, con cerca del 40% de los votos, los que realmente dominaron en la mayor parte de las circunscripciones y serán ellos quienes ocupen muchas de las plazas en litigio en la cita fijada para el próximo domingo.

La ventaja de ND es aparente, pues si bien consiguió situar a siete de sus candidatos (por cinco de Syriza) en la lucha por los doce gobiernos regionales que hay en pugna, muchos de sus votos se perderán al haber malogrado sus opciones en Ática (la región de Atenas, donde se encuentra cerca del 40% del electorado) o en Macedonia Central, así como en los principales centros urbanos. En la capital griega quedó fuera por primera vez en 40 años y en Tesalónica, la segunda ciudad del país, desplazado por el apoyo popular al alcalde independiente, Yanis Butaris (centroizquierda), quien aventajó en diez puntos al aspirante conservador, Stavros Kalafatis.

Por su parte, Syriza dio la sorpresa tras alcanzar la segunda plaza en Atenas, con un joven y desconocido economista, Gavriil Sakellaridis, que se enfrentó a candidatos con mucha más experiencia, como el actual regidor, Yorgos Kaminis, o al cabeza de lista de ND, Aristovulos Spiliotopulos, quien se situó en tercera posición y, por tanto, sin opción para concurrir a la segunda vuelta. La formación de izquierda consiguió, además, una ajustada victoria en Ática gracias a la, hasta ahora, diputada nacional Rena Duru. En tono eufórico, el líder de Syriza, Alexis Tsipras, celebró los resultados diciendo que «no hay precedente en que el partido de Gobierno sea apartado de la segunda vuelta tanto en la Alcaldía de Atenas como en la Prefectura de Ática».

A su vez, el segundo partido en la coalición de Gobierno, el otrora socialdemócrata Pasok, no presentó listas oficiales sino que se limitó a dar su apoyo a sus antiguos candidatos, aún en el cargo y hoy aspirantes bajo la fórmula de independientes, por lo que los resultados de la segunda vuelta, y especialmente los relativos a la cita europea, pueden ser decisivos de cara a la supervivencia del actual Ejecutivo. Hace unos días el líder del partido y viceprimer ministro, Evángelos Venizelos, advirtió de que un mal resultado en las elecciones podrían llevarles a abandonar la coalición. En las últimas encuestas, el Pasok no parece capaz de superar el 6% de los votos pese a formar parte de la coalición El Olivo, cuyo objetivo es aglutinar el voto de centroizquierda, cayendo desde el 34% que obtuvo en las anteriores elecciones europeas (2009).

Otro de los sobresaltos de la jornada lo brindó la organización neofascista Amanecer Dorado al conseguir la cuarta plaza en la ciudad de Atenas (con el 16% de los votos) e idéntica posición en Ática (11%). Aunque en el cómputo nacional sus cerca de 450.000 votos son solo ligeramente superiores a los obtenidos en las elecciones generales celebradas en 2012.

Así las cosas, el próximo domingo no solo se decidirán los puestos del poder local en Grecia para el próximo lustro, sino que también se emplazará a la ciudadanía a definirse sobre las políticas de austeridad que han arrasado el país en los últimos cuatro años. En sus declaraciones a la prensa, Tsipras manifestó su seguridad en que los griegos «darán un primer pero importante paso para cambiar la dirección de las ciudades y regiones, para pasar página en nuestro país», pero además que la convocatoria europea «será el plebiscito sobre el memorándum que nunca se llevó a cabo», en referencia al anuncio hecho a finales de 2011 por el entonces primer ministro, Yorgos Papandreu.

Pero si para el líder izquierdista «la unidad social está por encima del chantaje de la estabilidad», el mensaje del primer ministro, Antonis Samarás, fue precisamente el opuesto al considerar que en las elecciones al Parlamento Europeo «los ciudadanos deberán decidir si quieren seguir teniendo estabilidad o volver hacia atrás», pues tanto Gobierno como medios de comunicación ya iniciaron su campaña de acoso a la opción de Syriza como la vuelta al caos.

En espera de los resultados definitivos, que las encuestas no consiguen adivinar, Tsipras hizo un escueto comentario al entrar en la sede de su partido el domingo: «los mejores goles se consiguen en la segunda vuelta».