Nacer Bouhanni consiguió ayer su tercera victoria de etapa en el Giro al imponerse a Nizzolo en un sprint en el que contó con el apoyo de Sébastien Chavanel para evitar la caída registrada en la parte delantera del pelotón en el último kilómetro que redujo a unos pocos la disputa de la llegada masiva.

A pesar de que desde la decisión del FDJ de dejarle fuera de la Milán San Remo sean continuos los comentarios sobre la mala relación entre sus dos sprinters, Bouhanni y Démare, los corredores y el staff trasmitieron ayer en la carretera y en la web del equipo una imagen de unidad y de apoyo al mejor sprinter del Giro desde el abandono de Marcel Kittel.

Sky intentó endurecer la carrera en el último repecho que se subía a siete kilómetros de meta con un trabajo muy fuerte de Cataldo y Boasson Hagen, que puso en fila a todo el pelotón con el objetivo de alejar a los sprinters y eso obligó al FDJ a realizar un gran trabajo para colocar a Bouhanni entre las treinta posiciones delanteras.

Un compañero subió a Sébastien Chavanel y Bouhanni a la cabeza del gran grupo y ahí comenzó el festival del hermano de Sylvain, que cogió la cabeza del pelotón a falta de 1.500 metros de la llegada y no la soltó hasta que Nizzolo lanzó el sprint a 200 de meta.

Ese trabajo de Sébastien Chavanel permitió a Bouhanni estar en todo momento en cabeza del pelotón y evitar la caída que se registró en la parte delantera al caerse Farrar y arrastrar a un buen número de corredores. Solo unos pocos pudieron disputar el sprint, en el que Bouhanni batió a Nizzolo y Matthews. Swift solo pudo ser octavo pese al trabajo realizado por el Sky.

Evans y BMC imponen

Justo detrás de Swift, noveno, entró Cadel Evans, que como el BMC dieron una muy buena imagen en los últimos kilómetros, en los que estuvieron siempre en los primeros puestos del gran grupo. Claro que el equipo del líder del Giro perdió a uno de sus corredores, Yannick Eijssen, tras una caída.

Mucho más atrás van los Movistar y Nairo Quintana, que ayer tuvieron la suerte de que la caída en un último kilómetro muy peligroso con constantes curvas impidió que se marcaran diferencias en la meta. BMC conocía ese final y por eso Evans estuvo en cabeza en todo momento rodeado de compañeros, mientras que Quintana apenas tenía el apoyo de su inseparable Jonathan Castroviejo, Malori y Herrada. Fueron los únicos cuatro corredores del equipo navarro que entraron en el primer grupo de 103, aunque no se vieron involucrados en caídas.

Igor Antón entró a 3.22 junto a Romain Sicard y Mikel Landa, que se aleja cada vez más de los puestos de honor, mientras que Gorka Izagirre llegó a 4.38. Para el de Ormaiztegi, como para su líder, tanto la etapa de ayer como la de hoy deben servir para recuperarse de las secuelas de las caídas antes de la crono.

Escapada sin peligro

Hasta los últimos kilómetros la etapa de ayer estuvo protagonizada por una fuga de dos corredores de equipos invitados -Bandiera (Androni) y Fedi (Neri)- que se marcharon en el kilómetro 10, llegaron a tener una máxima ventaja superior a los ocho minutos y fueron atrapados cuando BMC y Sky cogieron la cabeza de la carrera a nueve de la meta.

Un guión similar al que se espera en la etapa de hoy, una de las más largas de este Giro con 249 kilómetros desde Collecchio hasta Savona, con una subida al Naso di Gatto (2ª) seguida de un descenso con subidas y bajadas que pueden dar emoción al final de la jornada.