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Arranca en Talandia el diálogo bajo la égida del Ejército

La primera reunión del Ejército de Tailandia con los protagonistas de la crisis política que vive el país, tras la declaración de la ley marcial, concluyó ayer sin un acuerdo, como era previsible, pero con el compromiso de volver a negociar hoy.

La reunión del jefe del Ejército de Tailandia, Prayuth Chan-Ocha, en calidad de director del Comando de Mantenimiento de la Paz y el Orden, con representantes de los partidos gobernante y principal de la oposición, los manifestantes antigubernamentales y los progubernamentales, la Comisión Electoral y el Senado concluyó ayer sin acuerdo.

El general Prayuth Chan-Ocha ordenó a los participantes que vuelvan hoy a la misma hora con propuestas que consideren aceptables, según dijo a la prensa el segundo portavoz del Ejército, Winthai Suvaree, al término de la reunión, informó Efe.

No ha trascendido el contenido de la reunión, salvo algunos comentarios generales, como que discurrió en un buen ambiente y que se abordaron asuntos como la reforma del sistema político y qué se podía hacer para detener las protestas.

El líder de los antigubernamentales, Suthep Thaugusuban, propugna que se forme un consejo popular no electo que reforme el sistema político en doce o quince meses para limpiarlo de corrupción, antes de acudir a las urnas. Rechaza celebrar elecciones en las condiciones actuales porque ganarán quienes ahora gobiernan.

El Gobierno y el bando progubernamental se oponen a cualquier solución que socave la democracia, como la iniciativa de Suthep Thaugusuban o nombrar a dedo a un primer ministro. El Ejecutivo planea organizar elecciones el 3 de agosto, aunque las celebradas en febrero fueron anuladas por el boicot de la oposición y los antigubernamentales.

El jefe del Ejército, que ha tenido para estudiar su jugada ocho meses de protestas que han causado 28 muertos, no ha revelado cuál es su plan para conciliar ambos bandos. El martes decretó la ley marcial, clausuró diez canales de televisión y ordenó a los manifestantes que permaneciesen en sus campamentos. Ayer se entrevistó con los proveedores de internet para controlar la información en las redes sociales.

Su actitud del general, que ordena sin consultar al Gobierno interino, contradice sus declaraciones de que no se trata de un golpe de Estado, sino de una intervención para garantizar la paz y el orden y buscar una salida a la crisis.

El monje budista Luang Pu Buddha Isara, líder de la acampada en el complejo gubernamental de Chaeng Wattana desde hace seis meses, anunció el cese temporal de su protestas contra el Gobierno para acatar la ley marcial.

Suthep Thaugsuban, sin embargo, no se ha amilanado; ha convocado una manifestación mañana y pretende reunir un millón de personas el lunes.