Michael Rogers llegó ayer en solitario a la soleada meta de Savona, en el noroeste de Italia. «En la última subida vi que había una oportunidad de hacer algo. Todos los hombres de rango, con aspiraciones en la general, estaban en el grupo. Ellos tenían que vigilarse. Así que salió como esperaba. El recorrido era difícil, muy largo, pero todo salió bien porque teníamos dos corredores -Roche y Rovny- en la escapada-», comentó.

A sus 34 años obtuvo su primer triunfo de etapa en una de las grandes y no tuvo que pensarse demasiado a quién se la dedicaba. «Esta victoria se la dedico a mi mujer, Alessia, que es italiana, y a nuestros tres magníficos hijos». Al australiano le preguntaron también por aquel positivo de clembuterol. «¿Mi control positivo? Pasé por un momento muy difícil, pero ya salí del túnel», reconoció. Ahora mira hacia adelante, «a cómo voy a recuperar para la crono» que es hoy y precisamente él fue triple campeón mundial en 2003, 2004 y 2005 de contrarreloj, la primera de ellas por dopaje del ganador David Millar.

A su compatriota y líder del Giro Cadel Evans (BMC) también la jornada se le hizo eterna. «Ha sido muy larga. El ritmo fue muy rápido desde el principio hasta el final porque muchos querían intentar la escapada. Steve Morabito, que es un compañero esencial para mi, se cayó, pero por suerte no le dolió».

Después el australiano se puso a pensar en la crono de hoy. «En teoría, debería beneficiarme. Voy a tratar de sacar el mayor tiempo posible», concluyó.

Tour de Noruega. El noruego Alexander Kristoff (Katusha) se impuso en la primera etapa del Tour de Noruega, que concluyó en Larvik, y es el primer líder tras ganar al sprint en 3:24:18, por delante de Sondre Holst Enge y de Tom Van Asbroeck. El vizcaino Peio Bilbao (Caja Rural) entró en el puesto 33 con el mismo tiempo que el ganador, mientras su compañero de equipo Omar Fraile concluyó en el puesto 88 a 52 segundos en una jornada lluviosa. Hoy se disputa la segunda etapa.