La presentación en el Parlamento de Gasteiz por EH Bildu de una propuesta sobre el derecho de autodeterminación de Euskal Herria y su aprobación con sus votos y los del PNV volvió a sacar lo peor de la política vasca. El revanchismo, el afán de patrimonialización y un mal entendido concepto de hegemonía que los medios españoles se encargan de azuzar con la cada vez menos disimulada intención de convertir la pugna entre EH Bildu y PNV en algo fraticida, de cortos vuelos y que deje llagas abiertas luego muy difíciles de sanar.

Servidora repasó con interés la prensa y encontró motivos para la tristeza. Una leía en «Deia» el siguiente titular: «EH Bildu se suma 24 años después al pacto de la autodeterminación» y en el editorial no hacía sino sacar pecho, apostar por la bravata y tirar por el mismo camino que marcó Egibar... «¡el texto de la propuesta de EH Bildu es nuestro!». No me dirán que no da pena andarse a estas alturas con eso de que la autodeterminación es mía y mi partido hace más por ella que el tuyo. Un nivel de parbulario.

Hace veintitrés años el PNV de Arzallus y Ardanza expulsaba a EA del tripartito para echarse en brazos del PSE con la excusa de unas mociones conjuntas con HB en Bermeo y Oiartzun que defendían la independencia. Dicho eso, resulta descorazonador ver que la utilidad de la propuesta aprobada sea la de zurrar al abertzale. Dale que te pego entre abertzales mientras plumas unionistas encienden el fuego de la dichosa hegemonía.

En «El Correo», Alberto Ayala insistía en que la propuesta de EH Bildu quiere «presionar al PNV» para alcanzar sus objetivos: «la independencia y desplazar al PNV del liderazgo del país». Y traía el ejemplo catalán, y el cacareado «sorpasso» de ERC a CiU en las europeas, como el escenario soñado por EH Bildu. Eso es lo que desea Ayala, que la autodeterminación sea una herramienta para profundizar en la lógica diferencial partidaria y que las fuerzas abertzales no paren de azuzarse con ese látigo.

Esa misma tesis defiende Abel Hernández en «La Razón». «Los herederos de ETA toman la iniciativa», titula, para volver con cantinela del «zarpazo de ERC» que «EH Bildu pretende copiar».

Menos mal que este país tiene mucho más nivel y madurez. Así lo demostrará, una vez más, la iniciativa Gure Esku Dago.