Pablo CABEZA BILBO
Elkarrizketa
Iban Amenabar
Voz y bajo de Ezinean

«Teníamos muy claro qué rollo, energía y mensaje queríamos transmitir»

En el inicio de la pasada década un grupo de amigos de Azpeitia descubren de forma natural su pasión por la música, sin premeditación. El trío de chavales escucha a las mejores bandas del jarkore melódico internacional, estilo que les marca su propio camino. Sin prisas ni porqués, EzineaN han grabado tres disco, en este tiempo. «Berriz», recién editado, se presenta hoy en el gaztetxe de Elorrio.

Con 17 años un grupo de jóvenes descubre que en «términos relativos» nunca les había gustado la música. De alguna forma, en un momento no esperado «algo» les genera sentimientos externos no experimentados. Es la música y un puñado de grupos que comienzan a horadar su distancia. Oier Eceiza arranca el motor y por el camino recoge a Iban Amenabar, de la cuadrilla, y a Oihan Amezua, amigo del skate park y posteriormente un gran aficionados a la fotografía. Reunirse en el trastero de los padres de Oihan para generar un poco de ruido parece un buen plan y lo ejecutan. Pasa el tiempo y la historia va consolidándose. Se componen las primeras canciones y ese algo emocional va creciendo como la pasión que les transmiten los grupos que les sirven de pentagrama. Surgen canciones propias y mensajes que exteriorizar, un circuito que les incita a reflexionar y liberar lo que van sintiendo. Nace EzineaN y comienza el viaje iniciático.

El trío es prudente, pasa cuatro años preparándose hasta grabar su primera maqueta en 2005. Con disfrutar ensayando les vale por lo que no existe la necesidad de correr. «Siempre hemos intentado mantener el desarrollo del grupo de la forma más natural posible, sin marcarnos objetivos futuros que nos condicionasen el disfrute del momento. ¿Mucho tiempo? ¿Poco? No nos importaba».

La maqueta no llega a trascender porque al sello Gor le interesa y les parece un buen punto de partida para que sean parte del núcleo de su disco debut. La cinta la produce Oihan Lizaso, a quien Iban acaba de conocer en la Universidad de Arrasate, donde el primero estudia ingeniería mecánica y el segundo ingeniería mecánica. Oihan, prolífico, ya había grabado otras maquetas (Bellum9, Charlot Hestons, Erail, Cinders, Nuke...) y contaba con el mínimo material necesario para grabar. Oihan se implica tanto en el asunto que termina siendo parte del grupo, con la guitarra como aportación extra. Finalmente, todo se graba de nuevo y los chicos de Azpeitia debutan en 2006 con «Ezinean». Tras los conciertos de presentación del disco, Lizaso deja la banda por falta de tiempo. Entra como guitarrista Jon Regaño «Zeke», de Eskoriatza.

Y trece años después han pasado de ensayar en un trastero con los micrófonos colgados del techo a ensayar en un lugar acondicionado y hasta con «inears» [auriculares internos]. Acaban de publicar «Berriz» (Oihuka, 2014), su tercer disco y lo presentan esta noche en el gaztetxe de Elorrio junto a Sarkor. Zeke ya lo ha dejado y se ha vuelto a incorporar Oihan, que ya aparece en «Berriz».

El disco se ajusta a la temperatura visceral y estética del jarkore californiano, donde la banda se desenvuelve con soltura y agilidad interpretativa. Caña, búsqueda del estribillo molón bien armonizado y melodías pegajosa, son los elementos con las ecuaciones con las que trabajan y que resuelven con soltura y buen conocimiento de todas las facetas del estilo. La experiencia ha dejado poso y ellos le han añadido luminosidad.

En 2008 se publica «Zuretzat» y han tenido que pasar unos cinco años para que llegue «Berriz», ahora con Oihuka. ¿Qué ha pasado y por qué este largo lapsus de tiempo?

En Aste Nagusia de Bilbo de 2009 dimos por finalizados los conciertos de «Zuretzat». Aunque las cosas nos iban bien como grupo de música y como grupo de amigos (lo que siempre ha sido fundamental en este proyecto) nos dimos cuenta de que el ambiente en el grupo se estaba enfriando un poco y que, en cierto modo, nos estábamos saturando. Así que decidimos bajar un poco el ritmo y tomarnos con más calma la composición de los temas para un tercer disco. En ese momento, Zeke dejó el grupo. Seguimos como trío por una temporada hasta que de forma natural Oihan Lizaso empezó a venir cada vez más a los ensayos y se incorporó de nuevo al grupo.

¿Siempre estuvieron en activo, aunque fuese en el local?

A pesar de no tener la presión de tener que grabar un disco en un plazo concreto, siempre hemos seguido ensayando por el simple hecho de que nos apetecía. En ningún momento se nos pasó por la cabeza dejarlo. Poco a poco recuperamos el buen rollo y fuimos haciendo nuevos temas que nos motivaban. Al igual que pasó con la maqueta de 2005, en 2011 decidimos que teníamos canciones que merecían ser grabadas y que nos apetecía subir al escenario de nuevo. Teníamos intención de grabar el disco en 2012, pero tuve un accidente muy serio en el monte justo cuando íbamos a empezar a grabar y todo tubo que retrasarse aproximadamente un año. Una grabación mimada y el querer sacarlo en unas fechas adecuadas nos ha llevado hasta 2014.

Sobre el estilo no cabe mucha discusión, jarkore melódico. ¿Les influyeron bandas locales o las grandes formaciones foráneas como Bad Religion, NOFX, Lagwagon, Offspring, Green Day... ¿Hubo una banda fundamental?

El núcleo jarkoreta más cerrado somos Oier y yo (NOFX, Lagwagon, Millencolin, No Use, Rancid, RKL, Randy, Propagandhi...), que somos los que principalmente hemos compuesto las canciones desde el principio, de ahí que EzineaN sea también hardcore melódico. Aunque hemos sido bastante cerrados estilísticamente, no ha habido una sola banda o disco fundamental. Los dos «Oihanes» han solido escuchar un abanico más amplio de estilos de música.

«Ze jatorrak diren» y «Ezagutu nauzu» sean las canciones que más se desprendan del bloque.

Cuando componemos, algunas canciones no tienen una melodía en clave de hardcore melódico. Si nos motiva la propuesta, se trabaja en el local de ensayo, pero sin plantearnos una unidad estilística. Cuando nos salen temas como «Ze jatorrak diren», «Ezagutu nauzu» o «Dena neurriz kanpo», no nos paramos a pensar de que estilo son, si nos gustan y disfrutamos tocándolas las tocamos y punto.

¿Siguen siendo la base todas esas bandas o ya tienen automatismos propios?

Lo mas difícil para construir una buena canción es sentir algo diferente e intenso en nuestro día a día (nada que ver con la música) y luego canalizar ese sentimiento en una melodía o idea de canción. Por suerte, este proceso no es automatizable. Si consigues esto, todo lo posterior sale solo..

¿Qué tal han llevado el reto del estudio, esa reválida permanente?

La grabación ha sido una gozada. Oihan Lizaso ha dirigido la grabación y lo hemos hecho en un ambiente muy intimo y relajado. Esto nos ha permitido pensar e introducir arreglos mientras grabábamos. Teníamos, además, muy claro qué rollo, energía y mensaje queríamos transmitir con cada tema. En cuanto a la mezcla, se ha intentado evitar tener un sonido demasiado diferente y cañero, y aun siendo agresivo, decidimos apostar por una mezcla fácil de escuchar y entendible para la gente.