GARA GASTEIZ
Histórica cadena humana por el derecho a decidir

Gure Esku Dago sigue trabajando en organizar una red de abajo a arriba

El tremendo éxito de la cadena humana del domingo por el derecho a decidir no ha hecho sino afianzar a Gure Esku Dago en su fórmula: escuchar a la gente y trabajar de abajo a arriba. Eso es lo que harán también ahora para evaluar nuevos pasos. Reflexionarán junto con las personas que participan o quieran participar en la red para ver cuál puede ser la aportación de la ciudadanía a este nuevo ciclo abierto en Euskal Herria. Ayer mismo se pusieron a la tarea.

Con la satisfacción del enorme resultado obtenido, pero también con la evaluación de las fortalezas y debilidades de la movilización, los responsables de Gure Esku Dago se reunieron en la tarde de ayer para ver cómo dar continuidad a la cadena humana del domingo, cómo ajustar el calendario previsto y cuáles serán los próximos pasos, sobre todo mirando ya a un otoño marcado por el referéndum en Escocia y la convocatoria de consulta en Catalunya.

Y lo que se impone de momento es seguir con el trabajo en pueblos y barrios y organizando la red de abajo a arriba. Lo comentaba ya por la mañana en Info7 la portavoz de Gure Esku Dago, Zelai Nikolas. «Tenemos que reflexionar sobre cuál será la aportación de los ciudadanos al nuevo ciclo que se abre en Euskal Herria».

Nikolas señalaba que la dinámica ha logrado construir una «red importante de personas y ahora nos toca escuchar y conocernos mejor. Vamos a hacer un proceso de reflexión y ver cómo participamos en los hitos de otoño».

En sus declaraciones, la portavoz de Gure Esku Dago insistió en que la tarea debe hacerse desde la base. «Ahora nos vamos a juntar. Tenemos todo el verano. Queremos hacer una red que va de abajo a arriba». «Todas las reflexiones hay que hacerlas con la gente que ha estado participando y que a partir de ahora se quiera sumar a esta dinámica, con decisiones que vienen de abajo a arriba», insistía. La profesora universitaria explicaba que este sistema de trabajo «será quizá más lento» que el que viene establecido en dirección contraria, «pero es más gratificante».

Con el espíritu inclusivo y positivo que marcó toda la celebración de la cadena humana, Gure Esku Dago quiere analizar qué tipo de acciones puede desarrollar de cara al futuro, con la premisa de «seguir sintiéndonos bien, que todo el mundo esté a gusto». Zelai Nikolas señaló que hay que ver la forma de afrontar «los retos que se nos van a plantear». Retos que algunos serán propuestos por la propia dinámica por el derecho a decidir y otros les vendrán dados desde el exterior.

Pedagogía pendiente

A pesar del enorme éxito de movilización del domingo, Gure Esku Dago cree necesario seguir llegando a más gente y hacer pedagogía sobre lo que significa el derecho a decidir. Zelai Nikolas repetía ayer, en su entrevista en Info7, que «hay mucho trabajo por hacer».

«El derecho a decidir -explicaba la portavoz- corresponde a todos los ciudadanos vascos, sea cual sea su ideología». Y animó a desarrollar actitudes que aporten a la dinámica y «si hay algún problema, darle soluciones, y sentirnos como pueblo, como ayer nos sentimos parte de Euskal Herria».

Incidió en la necesidad de trabajar con espíritu positivo y con la conciencia de ir «avanzando en el proceso». De esa forma «ya llegaremos a la cima», añadió.

Fotografía de un pueblo

Pero además de para mirar al futuro, el de ayer era también un día para detenerse en el éxito cosechado por la cadena humana. Y tanto Zelai Nikolas como otros portavoces de Gure Esku Dago entrevistados en otros medios,no podían ocultar ni su alegría ni su emoción por lo vivido en los 123 kilómetros que unieron Durango e Iruñea. Aproximadamente 150.000 personas, según el recuento realizado a través de la suma de las cifras que fueron enviando los responsables de cada uno de los tramos de la cadena.

«Logramos una fotografía de un país con ilusión, ganas, confianza y determinación para querer decidir, un pueblo que cree en la democracia y que quiere las consecuencias propias de la democracia», señaló Nikolas.

A su entender, la cadena humana del domingo «marcará un antes y un después» en la historia de este país, ya que las personas que participaron en la movilización, e incluso quienes no pudieron hacerlo pero se vinculaban a ella, «se sintieron miembros de un pueblo. Vimos a un pueblo en marcha y con la actitud de tomar las riendas de su propio futuro».

A lo largo de la entrevista concedida a Info7, Zelai Nikolas también hizo referencia al Gobierno español, y en concreto, al delegado del Ejecutivo en la CAV, Carlos Urquijo, quien el sábado, desde el cuartel del Ejército en Araka, afirmó que la cadena humana serviría únicamente para generar «frustración», y ayer insistió en que «por muchas manifestaciones que haya, no se cambiará la Constitución». También alegó que no se había movilizado ni el 10% de la población vasca. La portavoz reflexionó sobre que «no podemos seguir negando las cosas y estar mirando hacia otro lado. La frustración se genera cuando hay falta de voluntad para solucionar los problemas».

A lo largo de toda la cadena humana del domingo fue notable la presencia de simbología catalana, desde las esteladas portadas por participantes hasta los castellers que se acercaron a Iruñea. «Lo que ocurre en Catalunya va a tener incidencia aquí y viceversa», afirmó Zelai Nikolas, para concluir que «tendremos que tener nuestras complicidades y seguir en esa vía de colaboración».

EH Bildu se ve interpelada y el PNV no altera sus planes

Tras la movilización del domingo, ayer fue día de análisis de lo visto entre Durango e Iruñea. Tanto EH Bildu como el PNV dijeron «tomar nota» de la cadena humana. La coalición independentista dice sentirse «interpelada» y se compromete a trabajar por el derecho a decidir. La formación jeltzale, por su parte, trasmitió que no va a alterar sus planes, centrados en la Ponencia de Autogobierno de Gasteiz.

En una rueda de prensa ofrecida por Maiorga Ramírez y Maribi Ugarteburu, EH Bildu calificó la cadena humana de «un referente en la historia contemporánea de Euskal Herria». Los portavoces de la coalición independentista afirmaron que «la ciudadanía nos interpeló de manera directa a todos los agentes de Euskal Herria. Nos enviaron un llamamiento para trabajar en favor del derecho a decidir, un llamamiento en defensa de un derecho democrático que nos corresponde». Aseguraron que «EH Bildu hace suya y asume la interpelación. Damos por recibido el mensaje que ayer se nos hizo llegar y expresamos nuestro pleno compromiso para hacer todo lo que esté en nuestra mano para hacer realidad el derecho a decidir. Que no se interrumpa la cadena que ayer se conformó», pidieron.

El PNV no se pronunció oficialmente, aunque «fuentes jeltzales» trasmitieron un mismo mensaje a todos quienes les consultaron. Considera que «no hay un antes y un después» de la movilización, aunque «toma nota» de «la respuesta multitudinaria» que tuvo y, de esta forma, supondrá «una aportación» en el trabajo que realiza en las instituciones.

La estrategia del PNV se centra en la Ponencia de Autogobierno del Parlamento de Gasteiz y en que continúe con su plan de trabajo y con sus ritmos, tal como están establecidos, en la búsqueda de acuerdos transversales, también con quienes no estuvieron en la cadena, sin que la movilización se traduzca en ninguna modificación de su actuación. GARA

PSE y PP ven intereses ocultos

PSE y PP, también UPyD, ven intereses independentistas ocultos tras la cadena humana. El PSE pidió a los partidos «de credo nacionalista», a los que ve «detrás» de Gure Esku Dago, que «aclaren a la ciudadanía sus verdaderas intenciones». La secretaria general del PP, Nerea Llanos, pidió al PNV que diga claramente si su proyecto es la independencia como defiende EH Bildu. PSE y PP coinciden también en señalar que la ciudadanía vasca ya decide habitualmente sobre muchas cosas y quieren que siga siendo así.

Como ya ha ocurrido en otras ocasiones, el PSE insistió ayer en que la enorme movilización del domingo no obedece a las verdaderas preocupaciones de la ciudadanía. «Los problemas y prioridades de Euskadi siguen siendo el paro y la crisis» señala en su nota. Y añade que «la cifra que le preocupa al PSE es la de los 175.000 vascos y vascas que quieren trabajar y no pueden hacerlo y la de las familias que lo pasan mal para llegar a fin de mes».

El parlamentario vasco de UPyD, Gorka Maneiro, afirmó que «a cadena humana ha sido una iniciativa todo lo festiva que se quiera pero extraordinariamente reaccionaria. Lo que necesitamos no son más cadenas ni más fronteras, sino menos. Es decir, más democracia y más libertad y menos nacionalismo». GARA