Nagore BELASTEGI DONOSTIA

Las calles del París de 1832 se instalan en el Kursaal

El musical «Los Miserables», inspirado en el texto de Victor Hugo y estrenado en Londres hace 28 años, llega a Donostia por cuatro días. En agosto pasará por Bilbo y para tal cita han realizado los castings para encontrar a quien caracterice a la niña Eponine.

Los técnicos de montaje llevan trabajando desde el lunes para que el escenario del Kursaal donostiarra acoja a partir de mañana la rebelión parisina de junio de 1832, en la que se inspiró Victor Hugo para escribir su popular novela «Los Miserables».

Hace 28 años que cuya versión de teatro musical fue estrenada en Londres. Desde entonces ya ha pasado por 42 países, ha sido traducida a 22 idiomas y más de 65 millones de personas la han visto. La película dirigida por Tom Hooper en 2012 le dio un nuevo impulso a esta producción británica que lleva en cartel desde que se estrenó. «Nuestro handicap es que todo forma parte de la producción de Cameron Mackintosh. Es como una franquicia; la producción que se va a ver aquí es la misma de Londres, Tokio, Toronto o Broadway. Para nosotros es un reto porque si queremos cambiar algo tenemos que pedir permiso, pero para el público es muy gratificante. Ya no hace falta irse a Londres para ver estos musicales», explicaba el responsable de prensa del evento, Diego de la Viuda, ayer durante una visita al montaje.

Francisco Grande es el jefe técnico encargado de que mañana, cuando suba el telón, toda la escenografía funcione y sea capaz de trasladar al espectador a las revueltas francesas de mitad del siglo XIX que cambiaron la sociedad. «Manejamos once trailers con 90 toneladas de material. 15 toneladas se colocan sobre los actores -explicó Grande-. Es complicado porque es el musical por excelencia». En total hay treinta escenas en cada uno de los actos, aunque el escenario se repite a veces porque el argumento juega con el espacio-tiempo. Las paredes giran para que una misma pieza sirva para otro escenario.

Se busca una Eponine

Para el equipo, formado por un centenar de personas, de los cuales 40 son actores -principales o de elenco- es difícil compaginar su vida privada con el trabajo. De hecho, esta es la primera vez que puede verse esta producción de gira en el Estado español. Comenzaron su marcha en octubre y desde entonces no dejan de recibir peticiones para acoger el musical en diferentes ciudades. Es por eso que aunque prevén concluir la gira en diciembre, seguramente ampliarán las fechas.

Después de pasar por Donostia irán a Málaga, donde pasarán un mes entero (la estancia más larga para este equipo). Después irán a Barcelona y «Los Miserables» se convertirá en el primer musical que podrá verse en el Liceu. A finales de agosto llegará al Palacio Euskalduna de Bilbo coincidiendo con la Aste Nagusia.

Para esa ocasión están realizando un casting para elegir a las niñas que representarán al Eponine en su edad infantil. Este papel está reservado a las niñas de cada localidad por la que pasan. Los actores que dan vida a Cosette y Gavroche, los otros dos niños de la historia, viajan con el equipo. Como son menores y no pueden trabajar tanto como un adulto, hay tres niñas y tres niños para cada personaje que se turnan en la tarea. Junto a ellos conviven dos tutores que les dan clases convencionales por la mañana y extraescolares de canto e interpretación por la tarde. Los fines de semana los dedican a visitar las ciudades por las que pasan.

Los actores adultos también tienen un nivel de exigencia alto ya que no solo tienen que saber actuar, sino también cantar y bailar. Para que los actores principales puedan descansar tienen un «cover» que es capaz de interpretar el papel que le corresponde en caso de baja o imprevistos.