Joseba VIVANCO
LA PELOTA NO DOBLA

El bastón de Nasazzi

Hoy se estrena Rusia en el Mundial brasileño, la selección que tiene el honor, oficioso, todo hay que decirlo, de llegar a Brasil ostentando el conocido como Bastón de Nasazzi. Se trata de uno de los galardones más desconocidos del fútbol, seguramente porque es inmaterial y porque el trofeo no existe en sí. Un honorífico reconocimiento que pasa de mano en mano entre selecciones, sin que seguramente ellas mismas lo sepan. ¿Cuál es su origen y quién lo ostenta? Todo comenzó cuando Uruguay se proclamó campeón en 1930. El capitán del equipo celeste era en aquella primera edición mundialista José Nasazzi. De origen italiano, tenía unas grandes dotes de mando y una envidiable personalidad que hicieron inevitable que portara el brazalete charrúa. Durante el duelo del Río de la Plata que enfrentó a Uruguay contra su vecina Argentina, la rivalidad y la ausencia aun de normativas era tal que se produjo la discusión entre sendos capitanes con el objeto de que se usara el balón que cada uno llevaba a la cita, lo que suposo una de las primeras anécdotas que nos dejaba la recién estrenada Copa del Mundo. El acuerdo fue que cada tiempo se jugaría con una pelota. Aquel 30 de julio de 1930, Uruguay venció en la final a Argentina por 4-2 y José Nasazzi levantaba la primera Copa Jules Rimet. Un triunfo que dio paso al Bastón Nasazzi y que supuso que el primer país que venciera a los charrúas en partido oficial, aunque fuera amistoso, se quedaba momentáneamente con el título, como si de un púgil se tratara en busca del cinturón del campeón. Brasil, el 6 de setiembre de 1931, arrebató a Uruguay el mando para perderlo a manos de España con un gol de Telmo Zarra, en Génova, en 1934. Y así sucesivamente, ha ido pasando de mano en mano, de selección en selección, hasta caer en las de Rusia, que derrotó a Corea del Sur el 13 de noviembre de 2013, que lo ostentaba desde hacía cuatro días antes al arrebatárselo a Suiza. La única regla que existe es que el encuentro sea reconocido por la FIFA y que se resuelva el marcador en los 90 minutos, excluyendo prórrogas y penaltis. La selección que dirige Fabio Capello no ha perdido ninguno de sus tres partidos preparatorios previos al Mundial, ante Eslovaquia, Noruega y Marruecos, así que volverá a ser Corea del Sur la que tenga hoy la oportunidad de revancha y recuperar el bastón.