Nerea GOTI
Elkarrizketa
Alice NKOM

«La homosexualidad se presenta en Camerún como arma de Occidente»

Alice Nkom, nacida en 1945, es una conocida activista camerunesa de la lucha contra la prohibición de la homosexualidad y en defensa de los derechos de los colectivos LGTB. Fue la primera mujer en ejercer la abogacía en Camerún, con solo 24 años. Premiada por Amnistía Internacional y elegida por «The New Yorker» entre las ocho personalidades más influyentes de África, es conocida también por su lucha por la igualdad de género, en defensa del medio ambiente y contra el sida.

Alice Nkom acaba de visitar Euskal Herria para participar en los encuentros sobre «Comunicación, conflictos y cooperación al desarrollo» dentro de los Cursos de Verano de la UPV-EHU, invitada por la ONG KCD. Cuenta en esta entrevista a qué se enfrenta en su país por defender a colectivos LGTB. Se presenta como una voz molesta, porque usa esta que es su mejor herramienta para contar lo que pasa. «A mi edad, yo ya he vivido, soy abogada y sé lo que está prohibido y lo que no», afirma ante quienes le quieren silenciar.

África es heterogénea, muy diversa, ¿también en cuanto al respeto a los derechos del colectivo LGTB o en materia de discriminación, o hay diferencias entre sus países?

Los países de África son miembros de Naciones Unidas, por lo tanto han ratificado que van a respetar los principios de la ONU, especialmente los que se refieren a la Declaración de los Derechos Humanos y esta no hace distinciones entre habitantes de continentes. Es por eso que Camerún ha asumido esta declaración como propia y tiene que garantizar los mismos derechos para todos los habitantes. Pero resulta que África es el lugar donde más se violan los derechos que aceptaron proteger. La pregunta es ¿por qué? Muchos se escudan en las tradiciones o en principios religiosos.

Excepto en Malawi y Sudáfrica, en la parte subsahariana del continente se están recrudeciendo las leyes homófobas, ¿a qué responde? ¿Se basan en razones religiosas, políticas...?

Camerún es un país independiente desde el 1 de enero de 1960. Cinco años después, los parlamentarios decidieron dotar al país de un código penal. dijeron `¿qué vamos a penalizar?' y pensaron en cualquier acto que cause perjuicio a otra persona, ya sea físico o contra su propiedad. La sexualidad no fue incluida porque no cumple los criterios de perjuicio a un tercero, así que no estaba ahí. Se introdujo la homosexualidad como delito, pero no fue a través de un proceso parlamentario, sino a través de una ordenanza que firmó el jefe del Estado. Él rompió el muro de separación entre los poderes ejecutivo y legislativo. Esto significa un aluvión de violaciones por la ruptura de ese pilar tan básico de separación de poderes y este es el caso de muchos países de África que criminalizan la sexualidad y que tienen en común que no son muy democráticos, lo que también ocurre con Rusia en Europa.

La diferencia está entre países que respetan derechos y países que no, no se trata tanto de continentes. La provisión 247, la que condena la homosexualidad, ni siquiera puede llamarse ley. Incluso si se tomara en consideración como tal, la pregunta sería: `¿Tú me has visto a mí teniendo sexo con alguien del mismo sexo?' ¿Cómo puedes probar la sexualidad?'.

Simples gestos, abrazos... ¿pueden traer problemas?

Depende de quien lo vea. Allí donde no se es estricto en la aplicación de los derechos humanos, cualquier cosa puede volverse en tu contra dependiendo de quién lo vea y cómo interprete la ley o cuál sea su religión. Todo puede ser convertido en homosexualidad. Asistí a un programa de televisión en el que un cardenal dijo que los homosexuales son inferiores a los animales, porque incluso los animales saben que no se tienen que relacionar con el mismo sexo. Esto justifica las amenazas de muerte contra los defensores de la homosexualidad.

¿Cuál es la situación de Camerún, donde la Iglesia ha jugado un papel determinante en la criminalización de los homosexuales con arengas como que va contra la familia e impide perpetuar la raza humana?

El mensaje de la homofobia fue lanzado en Camerún desde las más altas esferas de la Iglesia católica y el momento que aprovecharon fue el 31 de diciembre de 2005, una fecha especial. La Iglesia Católica ha tenido mucha influencia en mi país. En muchas ocasiones el Papa ha viajado a Camerún, en ocasiones hasta dos veces al año. También son muy poderosos en el ámbito educativo, tienen escuelas desde Primaria hasta universidades. Tenemos una nueva esperanza con la visión del nuevo Papa, tras declarar `quién soy yo para juzgar a los homosexuales'. Esto nos dio mucha esperanza y desde entonces he podido entablar un nuevo diálogo. Actualmente son los evangelistas los que están ocupando todos los medios de comunicación, difundiendo mensajes de odio y homofobia. Tenemos que ocupar estos espacios para lanzar otros mensajes.

¿Qué papel cree que deberían jugar los medios para acabar con la criminalización y la discriminación?

Uno de los obstáculos a los que me enfrento cada día es la ignorancia. No podemos olvidar que la homosexualidad ha sido un tabú. Vamos a sacar a la luz la homosexualidad y hay que preparar a la gente para eso. No podemos dejar que lancen ese mensaje de violencia, que traslada la idea de que los occidentales utilizan la homosexualidad para exterminar la raza africana, porque es lo que la ciudadanía escucha todos los días, cuando va a la iglesia, en los medios... le dicen que es un arma de Occidente para exterminar a África y robar los recursos. No oyen nada más, no pueden escuchar lo que estoy diciendo aquí. No tienen argumentos para responder.

Esta ignorancia se puede ver en todos los estractos de la sociedad, incluso entre los jueces que tienen sus propias religiones y sus propias creencias. Muchas veces tienen en la cabeza lo que escucharon como cristianos cuando el sábado pasado acudieron a la iglesia. Si él cree que Dios está por encima de los derechos humanos, lo aplicará en su papel de juez, donde lo que debe es probar hechos.

Hay un gran trabajo por hacer en educación, información... Pero el ministro de Comunicación tiene el poder de amenazar a los medios cuando intentan cambiar el discurso, puede decir incluso `no quiero que le déis espacio a Alice Nkom'.

El fundamentalismo homofóbico de las autoridades, ¿tiene sustento social?

En un estado autocrático es muy fácil manipular a la gente, hacer olvidar sus propias necesidades, la pobreza... y señalar a otros. Tenemos, por ejemplo, el mismo presidente en el poder desde hace 32 años. Tenía agua potable para limpiar el biberón hace 32 años, hoy en día no puedo limpiar los biberones de mis nietos porque no la hay. Han vuelto el cólera, la poliomelitis... Ha habido una mala gestión. Es más fácil desviar la atención a otro punto y así es como empezó este mensaje, cuando arzobispos acusaron a funcionarios homosexuales de la pobreza y el desempleo entre la juventud, diciendo que cuando los jóvenes acudían a pedirles empleo les obligaban a acostarse con ellos. Es así como este mensaje homofóbico comenzó a propagarse.

Los medios de comunicación jugaron un papel clave. Todos los días difundían los nombres y apellidos de los funcionarios supuestamente homosexuales. Estuvieron en todos los canales y vendieron muchísimos periódicos. Supuso una ganancia para algunos medios, pero la población no ganó nada.

¿Existe algún movimiento, público o clandestino, de personas que vivan en África su homosexualidad desde un punto de vista político y social?

Sí, pero clandestino. Si quieres crear una ONG, tienes que presentar documentación sobre la actividad. Hace doce años logré hacer constar que iba a defender a las personas homosexuales, pero fue muy difícil, después de una discusión muy larga y muy técnica. Nuestra asociación es la asociación de defensa de la homosexualidad ADF. Hoy en dia resulta imposible; el derecho de asociación existe, pero hacen todo lo posible para que no se aplique. Hay instrucciones de no legalizar movimientos que pueden unirse a colectivos LGTB. Nuestro gobierno es una mano de hierro con guante de terciopelo, por eso no va a aprobar una ley como en Uganda, porque no quieren atraer la atención, pero aun así mantienen la provisión 247 que sirve para seguir metiendo a gente en la cárcel y Camerún es el país que más homosexuales está deteniendo, más que Uganda.

¿Qué puede o debe hacer la comunidad internacional?

Tiene mucho que hacer. Los derechos LGTB son derechos humanos, no tienen fronteras ni nacionalidad. Ganamos la batalla contra el apartheid porque había un movimiento global detrás de Nelson Mandela. De eso se trata, todo el mundo tiene algo que hacer, nadie puede ganar este tipo de batallas solo. Medios de comunicación, políticos, sociedad civil... todos tenemos que construir una sociedad fuerte y defender valores comunes. No hay posibilidad de huir de ser parte en la solución. Lo han hecho en los países del norte, ahora tenemos que importar esa actitud.