Maite SOROA
msoroa@gara.net
PAPEREZKO LUPA

Un largo paréntesis para la lupa de papel

Han transcurrido tres lustros desde que esta lupa comenzó a seleccionar a diario noticias y opiniones sin más pretensión que ser una suerte de revista de prensa, destacando lo que le llamaba la atención desde el punto de vista periodístico más elemental y de vez en cuando alguna que otra reflexión lúcida que, según en qué medio, también le resultaba llamativa. Tres lustros que completan un ciclo que llega a su fin, y una, que cuenta con unos cuanto lustros más que su lupa, pero todavía con ganas de acometer nuevos proyectos y experiencias, considera que ha llegado la hora de guardarla en el estuche, antes de que, demasiado rayada, en vez de aumentar, distorsione.

Llega la hora de despedida, aunque quizá sea mejor dejarlo en un saludo debido a un largo paréntesis. Quién sabe. En cualquier caso, es la hora de los agradecimientos. El primero y más sincero, más allá de la cortesía, para las lectoras (y lectores, claro), para quienes me han hecho llegar su simpatía y ánimo, y también para quienes han enviado sus críticas, que he tenido muy en cuenta tanto cuando no las compartía como cuando he reconocido que tenían razón. Gracias igualmente a quienes no me han hecho llegar sus opiniones y gracias y disculpas a quienes hayan quedado a la espera de respuesta, por imposibilidad material. Gracias también a GARA por el privilegiado soporte que ha brindado a esta lupa.

Pero servidora no puede decir adiós, ni hasta luego, sin mostrar su agradecimiento, asimismo, a toda la prensa, tanto del país como de fuera, sobre todo a la caverna mediática española, surtidora inagotable de esta lupa, que ha contribuido, con notable éxito, a que eso que denomina «desafío» (siempre desafía el otro), el «desapego» de Catalunya y Euskal Herria vaya tornando irreversible. Toda esa bilis, ese cúmulo de medias verdades, mentiras enteras, tergiversaciones y melonadas, de las cuales solo hemos ofrecido una pequeña muestra, en muchos casos han sido un buena ayuda para tener claro al lado de quién no se quiere caminar.

Servidora no fuma, pero a veces coge unas pequeñas vacaciones. Ez adiorik.