Iker Bizkarguenaga
Periodista
TXOKOTIK

Galgos y Podemos

Acuenta del cansino zarandeo al que está siendo sometido Pablo Iglesias -cansino para él, cansino para todos- hemos leído comentarios relativizando sus consecuencias. La tesis es que la acusación de «connivencia con ETA» ya casi no cala en la sociedad española, y que quienes se lían a cañonazos contra el líder de Podemos están haciendo poco menos que el ridículo. Yo no estoy tan seguro.

Porque, efectivamente, a una ciudadanía con mil problemas y hastiada de su clase política, que le menten el enemigo-tótem puede causarle hilaridad. Pero los compañeros de Iglesias llevan semanas dando explicaciones sobre temas que no son los que les han granjeado tanta simpatía. Mientras hablan de ETA, o de Venezuela, según el día, no hablan de aquello para lo que surgieron. Aunque lo peor no es enredarse en estas cuestiones, lo peor sería recular y asumir la tesis políticamente correcta para que a uno le dejen en paz. Como dijo un gran periodista, donde realmente se mide la calidad democrática de una fuerza política española es en su posición respecto a Euskal Herria. Todo lo demás es asumible por el mainstream de Madrid, pero en el «tema vasco» a quien se mueve le zumban, hasta que vuelve al redil. Y si vuelves, amigo, ya eres sistema, ya eres casta.

En eso están algunos, en intentar «normalizar» un movimiento que no debería ser normal si quiere seguir siendo lo que es.

Y luego están los otros, quienes llevan la casta de serie, como los galgos: kutxas, cementeras, TAV, subvenciones a medios amigos... el PNV se está mostrando estos días en todo su esplendor.

Ese partido tiene mérito, pues no es fácil ser primera fuerza 35 años seguidos donde uno gobierna, y con opciones de mantenerse a corto plazo -hablamos de la CAV-. Lo que ocurre es que desde que apareció EH Bildu, para guardar esa privilegiada posición los jeltzales han tenido que cambiar su posición de mercado, hasta el punto de que ya no representan al «nacionalismo moderado» sino al sistema en su conjunto, con un mensaje que le ha permitido fagocitar a PSE y PP, ambos reducidos a la mínima expresión. La última entrevista a Iñigo Urkullu en «El Correo» es antológica.

El PNV es hoy no la mejor sino la única apuesta para quienes manejan el cotarro. Lo vemos cada día en el quiosco y más que lo vamos a ver hasta las elecciones. Y eso les va a dar réditos, claro, porque aglutinarán el voto. El problema es que el día en que los de Sabin Etxea pierdan, cuando caiga la última empalizada, se les acabará el chollo a todos ellos.