Rafal Majka (Tinkoff) aprovechaba el protagonismo que le proporcionaba la victoria de etapa para aclarar algo: «Se había dicho que yo no quería correr el Tour, pero eso no es cierto -afirmaba-. Mi participación no tiene nada que ver con la ausencia de Kreuziger. Yo estaba seguro de que iba a correr el Tour. Después del Giro hablé con mis directores deportivos y me aseguraron que correría tranquilo la primera semana, que estaría para ayudar a Alberto [Contador] en la montaña. Pero, por desgracia, Alberto tuvo que retirarse y centramos nuestro interés en las etapas. [Hoy] Por la mañana ha habido una buena conversación con mis compañeros y con Bjarne Riis. Si yo conseguía meterme en la escapada, podíamos ganar -recordaba-. En la subida final ataqué en los primeros kilómetros, me encontré solo delante y traté de mantener mi ventaja».

Por detrás Alejandro Valverde (Movistar) defendía su segunda plaza en la general y, tras reconocer que había tenido un mal día, se lamentaba de una avería que le hizo perder tiempo en la última ascensión. «Ha sido una pena, he tenido que subir con el plato porque Pinot me ha tocado la bicicleta y me ha roto el cambio. Además los franceses han estado muy bien, pero queda mucho y hay que seguir».

Romain Bardet (AG2R) recortaba tiempo y se mostraba satisfecho. «Ha sido un gran día. Yo conocía el descenso del Izoard, pero no ataqué pensando solo en Pinot, yo lucho contra todos mis adversarios, y es un poco molesto que se focalice tanta atención entre Pinot y yo. Lo que hemos intentado es bloquear un poco la carrera para dar un golpe, y el equipo ha hecho un trabajo notable. Thibaut Pinot (FDJ) confesaba en la llegada que había pasado su peor jornada en el Tour. «Lo esencial era no perder tiempo, y estoy contento de haber llegado en el primer grupo. Sabíamos que AG2R atacaría en el descenso, y ya le había dicho a Arnold [Jeannesson] que tuviera cuidado».