Agustín GOIKOETXEA BILBO
Udate | Bilboko Aste Nagusia

Marijaia desata la fiesta tras un txupin en que se reivindicó la inclusión

Bilbo disfruta de su semana más larga, aquella que los bilbainos representados en las comparsas parieron en 1978. Hoy Aste Nagusia es un referente a nivel mundial, a pesar de que los intereses políticos de muchos que ahora se sitúan en primera línea para salir en la foto han tratado durante 36 años de adulterar esa filosofía participativa y popular. Aún no lo han logrado.

Todo se desató tras un pregón en el que Asier García, capitán del equipo de baloncesto en silla de ruedas Bidaideak Bilbao BSR, animó la fiesta, aunque poco esfuerzo tuvo que hacer porque las miles y miles de personas que abarrotaban El Arenal y sus aledaños estaban rendidas mucho antes de que él diese lectura a su mensaje. Simultaneando euskara y castellano, comenzó agradeciendo el honor que se les había concedido a su club, clasificado en segundo lugar en la Liga de División de Honor.

Recordó cómo nació Aste Nagusia, gracias a que bilbainas y bilbainos «fueron dando forma a unas fiestas creadas por y para el pueblo, unas fiestas populares para todos y todas, con independencia de procedencia, género y edad, con respeto y alegría». Un punto flaco, rememoró, fueron en los primeros años los obstáculos que encontraba el colectivo de las personas con discapacidad. Al final, agradeció, esas trabas han desaparecido y reconoció que todos ellos disfrutan casi como el resto de villanos.

Reivindicó una ciudad cada vez más inclusiva, pero incidió en que hay que dar nuevos pasos para avanzar en la construcción de ese modelo y que en ese trabajo es necesaria la implicación de todos, en Bilbo y en todo Euskal Herria.

Tampoco obvió en su mensaje la razón por la que han sido elegidos, por su excelente temporada en la División de Honor del baloncesto en silla de ruedas, que les llevará orgullosos a pasear el nombre de la villa por Europa. Animó a conocer su modalidad deportiva y del conjunto de los paralímpicos.

Recuerdo a los ausentes

Antes de finalizar, García quiso tener un recuerdo para «quienes no puedan estar con nosotros estos días», apostando por «disfrutar todos juntos de las mejores fiestas del mundo». «Disfrutad sin diferencias ni agresiones de ningún tipo», enfatizó el deportista, cosechando aplausos y gritos de ánimo desde un Arenal en el que eran varias las pancartas de grandes dimensiones en las que se demandaba la vuelta a casa de presos y exiliados. Las imágenes de los 51 bilbainos presos también estuvieron al pie del teatro neoclásico, oyendo los que las portaban con satisfacción al pregonero mientras coreaban consignas a favor del retorno de los represaliados a casa.

Era una más de las reivindicaciones presentes en un txupin multitudinario, en el que se exhibieron diferentes banderas palestinas. Otra pancarta se solidarizaban con los dos huelguistas de Deustua condenados a 2,5 años de carcel.

El pregón de Asier García fue muy reivindicativo y extenso, aunque dejó poco espacio para animar a la fiesta. «Las bilbainas y bilbainos sabemos pasarlo muy bien, así que pocos consejos os vamos a dar», apostilló. A continuación, la txupinera encendió el cohete y pocos segundos después detonó en el cielo del Botxo y con ello estalló la fiesta en estado puro, especialmente cuando Marijaia apareció por la ventana del teatro haciéndose sitio en la balconada entre el pregonero y Loreto Errasti, así como entre otros componentes de la comisión presidida por la edil Itziar Urtasun.

Las pocas botellas de Agua de Bilbao que aún no se habían descorchado lo fueron mientras todo tipo de líquidos empapaban por dentro y por fuera a los reunidos en primera línea del Arriaga. La nube de papeles rojiblancos que inundó la plaza se pegó en muchos cuerpos mojados por la lluvia de sustancias y el sudor tras más de media hora de espera. Para entonces, no había nadie en el entorno del Arenal que no entonase la musica y letra del ``Badator Marijaia''.

La harina estuvo presente

Por lo que respecta al llamamiento del Consistorio y comparsas a un txupin limpio, hay que asegurar que cayó en saco roto porque fueron muchos, especialmente los más jóvenes, que arrojaron harina, generando malestar entre muchos de los presentes. Media hora después del arranque festivo, todavía había en las inmediaciones del recinto festivo chavales que se arrojaban líquidos y harina, generando algunos momentos de peligro en las carreras; alguno estuvo a punto de ser arrollado por un vehículo.

Mientras los trabajadores de limpieza, manguera y escobón en mano, se encargaban de limpiar el Arriaga de los efectos del txupin, frente al teatro Errasti lanzó su segundo cohete, iniciando la kalejira de apertura de txosnas. Con ello el olimpo festivo del Arenal arrancó la actividad hasta la noche del 24 de agosto, cuando Marijaia desgraciadamente se queme y sus cenizas se las lleven las aguas del Ibaizabal.

Los piropos a Marijaia -al igual que las continuas fotografías- fueron una constante en el recorrido por las 28 txosnas, una más que el año pasado por la incorporación de Piztiak, que levanta su montaje junto a la iglesia de San Nicolás. Si 28 son las txosnas, las comparsas suman 30 al haberse sumado a la federación de agentes festivos Trikimailu y Munduko Jendeak. Ambas participaron ayer en Aste Nagusia y lo hicieron luciendo sus camisetas en la kalejira del txupin, que desde San Anton recorrió el Casco Viejo hasta arribar al Arriaga. A lo largo de la semana desarrollarán distintas actividades propias, además de las del programa de Bilboko Konpartsak.

Al frente de la marcha que se adentró en el centro histórico por la calle Somera, los gaiteros. Y justo detrás, pregonero y txupinera, vistiendo sus mejores galas para la ocasión, antecediendo a miembros del club Bidaideak Bilbao BSR y de la comparsa animalista y vegana Piztiak, orgullosos ambos del protagonismo que tendrán en esta Aste Nagusia.

Tampoco se perdieron ese momento especial previo al arranque festivo que protagonizan las comparsas la txupinera y la pregonera de 2013; la comparsera de Txori Barrote Jone Artola y la jugadora del Athletic Iraia Iturregi.

Desembarco jeltzale

Mientras la plaza del Arriaga y sus aledaños se iban llenando progresivamente de gente hasta rebosar a eso de las 19.00, en el interior del teatro se llevó a cabo la recepción oficial, en la que fue muy llamativo el desembarco de militantes y simpatizantes del PNV. Muchos de ellos acudieron directamente de la comida que Gogorregi llevó a cabo en su txosna de Pío Baroja.

Destacó la presencia de cargos institucionales jeltzales como la presidenta del Parlamento de Gasteiz, Bakartxo Tejeria; el portavoz del Ejecutivo de Lakua, Josu Erkoreka; y el consejero de Empleo, Juan María Aburto. Y también del partido, como su presidente, Andoni Ortuzar; y la del BBB, Itxaso Atutxa. Tal fue el desembarco que algunos de los ediles se vieron arrinconados, al situarse en primera línea, apoyados por el alcalde. Una anécdota se produjo antes del aurresku de honor en las escalinatas, cuando el pregonero no acababa de encontrar hueco entre las autoridades.

En el foyer volvió a suceder lo mismo, copando la presidencia los compañeros de partido de Ibon Areso. Fue un acto más breve de la habitual, ya que se evitó el traspaso de atributos entre pregoneros y txupineras, y se limitó a la colocación de pañuelos festivos y a entregar la distinción de Bilbaino de Honor al dantzari Ramón Bañuelos, del Beti Jai Alai, habitual en eventos oficiales estos últimos 30 años.

Jone Artola tiró su cohete de despedida desde el emblemático puente de San Anton

No hubo traspaso de poderes en la recepción oficial en el teatro Arriaga, pero la txupinera de 2013, la comparsera Jone Artola, a la que la Audiencia Nacional trató el año pasado de que no ejerciese la función para la que había sido elegida, realizó ese acto en un lugar emblemático del Botxo como es el puente de San Anton. Ahí, precisamente, Artola lanzó su último cohete antes de pasar el testigo a Loreto Errasti.

Artola, como viene haciendo durante décadas en su condición de comparsera, estuvo en la recepción, siendo saludada por concejales de distintos grupos municipales. Y el Gobierno municipal, igual que el año pasado, trató de evitar una imagen que parece incomodarle. A.G.