Txomin PITARKE
Udate | Bilboko Aste Nagusia

El éxito está en lo que no hay: vergüenza

Servidor ha visto en estas fiestas a un joven vestido de la pantera rosa sin ningún elemento que indicara que iba de despedida de soltero

De vez en cuando el menda recibe la visita de amigos que no tienen la suerte y el privilegio de vivir en el Botxo, y que en vez de gastarse unas perras en un hostal prefieren ocupar casas ajenas para dormir la mona después de una noche de jarana. Y muchos, tras degustar las mieles de la parranda bilbaina, me preguntan cuál es el secreto que ha hecho de Aste Nagusia la mejor fiesta del mundo. Y servidor les responde, con tono didáctico, que si en Iruñea tienen encierros y guiris, en Donostia tienen piratas, en Baiona tienen al Rey León y en Gasteiz tienen frío, en Bilbo la clave no está en lo que se tiene, sino en lo que no se tiene. O mejor dicho, lo que no tienen quienes participan en las fiestas: vergüenza.

Porque si en todo festejo la gente aprovecha para soltarse un poco, lo que ocurre a orillas del Ibaizabal es la repera, en algunos casos todo un ejercicio de transformación, con los disfraces más patéticos como herramienta del mal y arma que carga el diablo. No exagero, servidor ha visto en estas fiestas a un joven vestido de la pantera rosa pateando el Casco Viejo sin ningún elemento que indicara que protagonizara una despedida de soltero, y a un señor con unas cuantas arrobas rodeándole la cintura con pinta de abeja maya bebiendo patxaranes como un cosaco. Por no hablar de quien a pesar de haber acabado el bachiller hace décadas es capaz de enfundarse unas mallas que ni Eva Nasarre y ponerse a practicar no se sabe si zumba o la danza del caracol.

En Aste Nagusia el pudor queda aparcado en las cocheras de Etxebarri; lo malo es que en esta época de internet y teléfonos inteligentes lo que ocurre en el Arenal no se queda en el Arenal, y dentro de unos días a alguno igual le da un pampurrio cuando se vea vestido de lagarterana en Twitter.

Aunque quienes no tienen vergüenza, pero ni pizca, son los pies negros que siguen viniendo a pesar de los pesares. Son como los bisontes americanos, antes había porrones y ahora cuando ves alguno te entra nostalgia del pasado.