El Ayuntamiento de Uharte Arakil ha denunciado el «mal estado» de la carretera de ascenso al santuario de San Miguel de Aralar por su cara sur, donde concluye la undécima etapa de la Vuelta a España el próximo 3 de septiembre y se ha eximido de responsabilidad en «cualquier daño» que pudiesen sufrir los ciclistas.

Los responsables de dicho consistorio han alertado de los «múltiples accidentes» de cicloturistas en esta «pista forestal de propiedad municipal» por su «mal estado». Han añadido que el deficiente asfaltado afecta tanto a la circulación «de bicicletas, como para el paso de motocicletas y vehículos de cuatro ruedas» y que se prohíbe la circulación «a más de 20 kilómetros por hora de cualquier vehículo».

Este ayuntamiento ha asegurado que se enteró por los medios de comunicación de que una etapa de la Vuelta finalizaba en San Miguel de Aralar y que, desde entonces, ha querido actuar «con la máxima responsabilidad y cautela, al contrario de lo que han hecho la organización de la Vuelta y el Gobierno de Navarra». El órgano municipal ha asegurado en una nota que «jamás» ha solicitado un final de etapa y que la «única petición formal y registrada» en el Ayuntamiento de Uharte Arakil se recibió el 18 de agosto, firmada por la Jefatura Provincial de Tráfico.

Sí que ha admitido que en la pasada primavera se mantuvieron contactos «por invitación de terceros» entre representantes municipales, de la Cofradía de San Miguel y del santuario, además de uno de Unipublic y del director del Instituto Navarro de Deporte, Pruden Indurain. Uharte Arakil presentó un informe de sus arquitectos municipales en el que se valoraba en 242.000 euros el arreglo de la pista, «debido a las grietas existentes», si bien dicha actuación no se va a realizar.