Tregua entre Israel y Gaza tras siete semanas de cruel guerra desigual
Hamas e Israel alcanzaron ayer un acuerdo de alto el fuego «ilimitado» en Gaza que entró en vigor a las siete de la tarde, hora de Palestina, antes del cual el Ejército ocupante destruyó los edificios más altos del territorio. Los ataques israelíes mataron a diez palestinos y un proyectil lanzado desde Gaza, a un israelí.

Miles de palestinos celebraban anoche en las calles de Gaza, entre escombros e imágenes de muerte y destrucción, la entrada en vigor de un alto el fuego entre Hamas e Israel, tras 50 días de desigual guerra en este enclave palestino, donde la ofensiva israelí mató a más de 2.130 personas. Disparos de alegría resonaron en la ciudad de Gaza, al tiempo que desde las mezquitas se oían alabanzas a Dios, para celebrar el alto el fuego, constató France Presse.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, había anunciado este alto el fuego permanente al cumplirse 50 días de una agresión que ha sacado a la calle a protestar a miles de personas en todos los continentes. «Anunciamos el acuerdo de los negociadores palestinos con el llamamiento de Egipto para una tregua duradera e inclusiva», dijo Abbas en un mensaje televisado al inicio de un encuentro en Cisjordania.
Egipto, primero cómplice de Israel al participar en el criminal bloqueo de Gaza y finalmente Estado mediador en las negociaciones indirectas entre ambas partes, confirmó que el «acuerdo de alto el fuego» debía entrar en vigor por la tarde, según indicó la agencia estatal MENA, que no precisó la duración de la tregua.
Poco después del anuncio egipcio, una fuente gubernamental israelí indicó que Israel aceptó una alto el fuego «ilimitado» en Gaza. Tampoco tardó el Departamento de Estado de EEUU en expresar su total apoyo al acuerdo alcanzado.
Hamas reivindicó una «victoria» y un alto cargo palestino afirmó que el acuerdo prevé «el levantamiento del bloqueo en la Franja de Gaza» que Israel impone desde hace ocho años, la principal exigencia de los palestinos desde el inicio de las negociaciones en Egipto.
En paralelo al cese de las hostilidades, el acuerdo alcanzado estipula también la apertura de los pasos fronterizos entre Gaza e Israel de forma que permita la aceleración de la introducción de ayuda humanitaria y del material para la necesaria reconstrucción de la Franja. El pacto también permite que los pescadores palestinos puedan faenar en un radio de seis millas en torno a sus costas. Además, el acuerdo establece que las negociaciones entre las dos partes sobre el resto de los asuntos pendientes continúen dentro de un mes.
Según un comunicado del Ministerio egipcio de Exteriores, el nuevo pacto está basado en la iniciativa propuesta por Egipto y en los acuerdos de alto el fuego de El Cairo de 2012, que pusieron fin a la anterior agresión israelí contra Gaza, bautizada como «Pilar Defensivo».
Aquellos acuerdos, además de obligar al cese de las hostilidades, incluían la apertura de los cruces fronterizos, facilitar el movimiento de personas y bienes en los pasos así como el «libre movimiento de los pescadores y la extensión de la zona de pesca» que controla la Marina israelí en torno a Gaza, entonces limitada a tres millas marinas.
Sobre el terreno, justo después de realizarse el importante anuncio, continuaban los enfrentamientos. Un israelí murió por un obús de mortero lanzado desde la Franja de Gaza en dirección a la región de Eshkol, limítrofe con el territorio palestino. Los drones israelíes también seguían con sus ataques, que mataron a diez palestinos.
Los edificios más altos
La aviación israelí ha dirigido sus ataques en los últimos tres días a nuevos objetivos en el pequeño enclave palestino: los edificios más altos de Gaza. Ayer, dos edificios de 14 y 16 pisos, con varios apartamentos residenciales habitados por numerosas familias, fueron reducidos a escombros tras haber sido alcanzados por más de una decena de misiles.
En la madrugada, 25 personas resultaron heridas cuando el primer edificio de 16 pisos se derrumbó bajo las bombas. Previamente, el Ejército israelí había llamado a sus residentes a abandonar «inmediatamente» el edificio, «ya que iba a bombardearlo», según contó un habitante del barrio. «Todos corrieron a la calle para prote- gerse», relató. Las bombas destruyeron 60 apartamentos, un centro comercial y decenas de tiendas de esta torre.
Un poco más tarde, otro edificio que alberga la sede de la radio del Frente Popular de Liberación de Palestina (FPLP), y del movimiento de izquierda Sawt al-Shaab fue destruido.
«Da igual si se ha logrado o no la victoria»
Una vez confirmado el acuerdo de alto el fuego, la alegría producida por el alivio del final de las bombas se dejaba sentir en Gaza, en medio de reflexiones de diverso signo. «Estoy feliz de que no haya más muerte o bombardeos», confesó a Efe Ahmed Shaban, de 35 años. «No me importa si se ha logrado o no la victoria, si los milicianos derrotaron a Israel o si éste derrotó a la resistencia armada. Lo que quiero es ver cómo la destrucción termina y Gaza es reconstruida de nuevo».
«Hace falta apoyo rápido para intentar curar la herida que se ha infligido a Gaza», había declarado el presidente Abbas. «La cuestión ahora es: ¿qué pasa a continuación? ¿Gaza ha sufrido tres guerras y estamos esperando otra más?», se preguntó.
El secretario general de la Yihad Islámica, Ramadan Shalah, dirigió desde Beirut unas palabras a los israelíes, a quienes dijo que su «líder» Netanyahu les prometió la victoria pero les ha traído «muerte y deshonor».
Según el diario «Ha'aretz», los ministros de Exteriores, Avigdor Lieberman, y Economía, Naftali Bennett, de la extrema derecha israelí y con capacidad para hacer caer el Ejecutivo de Netanyahu, mostraron ayer su oposición al pacto. GARA

1986: más secretos oficiales tras Zabalza y los GAL

Primer paso para garantizar el plurilingüismo en las instituciones

Reconocidos otros siete torturados por la Policía y la Guardia Civil

PNV y PSE aprueban una ley que apela a su artículo 145 y tiene solo 7
