Mikel CHAMIZO
UDATE | CRíTICA: clásica

Entre el llanto y la fiesta

Fue un programa muy extraño el de esta clausura de la Quincena Musical. Se quiso hacer un guiño a la primera edición del festival en 1939 incluyendo la Sinfonía Inacabada de Schubert, que sonó en aquella ocasión, pero ni esta obra ni las dos oscuras canciones de Mahler casaban bien con el carácter ligero y festivo del resto de obras. La sensación fue la de estar asistiendo a dos conciertos simultáneos sin nada que ver el uno con el otro. La Orquesta del Festival de Budapest pareció resentirse de estos cambios de carácter en la evolución del concierto, porque su rendimiento, especialmente en Schubert, fue algo inferior al del día anterior, con algunos errores y fallos de atención que nunca les había visto en las seis ocasiones que han actuado en Donostia en tiempos recientes.

Aún y todo fue un concierto muy disfrutable, sobre todo en una segunda parte dedicada a los valses de la familia Strauss y otras piezas ligeras. La orquesta, que como su nombre indica nació vinculada a un festival, tiene una gracia especial para estas músicas y así lo demostró en el «Galope de los bandidos» o la preciosa «Leyenda nº10» de Dvorak. Fischer, por su parte, se mostró juguetón con una partitura tan célebre como «El Danubio azul», estirando al máximo los rubatos y los accelerandi. Pero fue con las «Danzas de Galanta» de su compatriota Zoltán Kodály donde el tándem húngaro mostró todo su poderío, en una interpretación de la que saltaron chispas.

Ficha

Intérpretes: Roman Trekel, barítono. Budapest Festival Orchestra. Ivan Fischer, director.

Programa: Obras de Brahms, Schubert, Mahler, Josef y Johann Strauss, Dvorak y Kodaly.

Lugar: Kursaal. 31/8/2014.