Pocas sorpresas y sufrimientos en la primera jornada de octavos. Los Estados Unidos y España lograban sendas victorias caracterizadas por la suficiencia y en el que sus rivales se rindieron o se volvieron locos. Más les costó a Francia y Eslovenia, que debieron sufrir hasta el final ante Croacia y la República Dominicana, respectivamente.

ESTADOS UNIDOS-MÉXICO (86-63). La vigente campeona del mundo lo tuvo fácil ante una México resignada. Ayón, con 25 puntos y varias acciones para el recuerdo -aunque 3 de 8 en tiros libres-, dio de su medicina al juego interior estadounidense, pese al indudable talento de los Davis, Faried o Cousins. No obstante, ni uno solo de sus compañeros estuvieron a su altura. Ayón anotó 11 de sus 19 intentos, mientras que sus compañeros firmaron un 17 de 38 en tiros de dos, 4 de 16 en triples y no lanzaron ni un solo tiro libre. La defensa de los de Krzyzewski se encargó de que nadie más entrara en calor, pero tampoco es que la escuadra azteca le pusiera excesivo ardor guerrero.

Y para el ataque, ahí estaban James Harden, especialmente en la primera mitad, Klay Thompson y Stephen Curry. El dúo de los Warriors se puso las pilas en el apartado triplista -9 de los 13 triples estadounidenses llevaron su firma- y México dijo adiós, conformándose con perder por una renta asumible.

FRANCIA-CROACIA (69-64). Sufriendo hasta el final, pero la selección francesa se colaba en cuartos de final tras batir a una correosa Croacia, que tras quedar eliminada deberá afrontar con más calma si mantiene a Repesa en su puesto de seleccionador y si empieza a dar la alternativa a sus jóvenes estrellas -como Mario Hezonja, testimonial en este torneo-.

El combinado bleu por fin contó con una buena versión de su estrella Batum. Eso sí, antes de adelantarse por 23-22 al descanso, debió pasar por un calvario durante el primer cuarto: solo anotó 7 puntos.

El partido se rompía en el tercer período. El escolta Evan Fournier salió inspirado, logrando siete puntos seguidos, y a su inspiración se le unían Batum y Gelabale para poner el 46-30. Croacia parecía virtualmente eliminada, pero entre Bogdanovic y Tomic empezaron a limar la desventaja, mientras que en Francia afloraban los miedos.

En esa fase del pánico por el susto, Heurtel brilló sumando puntos y asistencias. Junto a Diot, el baskonista era el único que tiraba del carro galo, mientras que con varios triples de Bogdanovic, Croacia se arrimaba 66-64. El propio Bogdanovic tuvo un triple para voltear el marcador, pero erró y Heurtel decidió con dos tiros libres.

REPÚBLICA DOMINICANA-ESLOVENIA (61-71). Francisco García se resintió de su tobillo a los cuatro minutos de empezar, y ahí estuvo una clave. Con todo, la selección caribeña dominaba entrado en la recta final del segundo cuarto: 28-23, gracias a Feldeine y Báez. Pero de pronto llegó el desastre. El ataque americano se gripó, mientras que Eslovenia lograba un parcial de 0-19. Orlando Antigua devolvió a García a la cancha, y el de los Rockets volvió e hizo creer a Feldeine.

Y si ambos creían, sus compañeros también. Los caribeños pasaron del 38-53 al 52-54, con un Jack Martínez espectacular bajo el aro. Pero los hermanos Dragic reaccionaron. Zoran le puso un gorrazo al mate de Jack Martínez y Goran corrió como el viento para clavar varias bandejas a la contra. Punto y final.

ESPAÑA-SENEGAL (89-56). Un correcalles para cerrar la primera jornada de octavos. Los tapones pusieron el espectáculo y Ricky Rubio la diferencia ante una Senegal que se atolondró más de la cuenta, y eso que su rival parecía jugar un amistoso.