Raimundo Fitero
DE REOJO

Reflexión

Apareció tras el obispo Munilla en «Por fin viernes» de ETB-2 un programa que mantiene un bueno formato y que puede lograr ocupar un hueco en la noche del principio del fin de semana si sabe mantener el nivel de interés de sus invitados. Willy Toledo llegó con la dosis de retórica del obispo de Donostia bien aprendida y su actitud podemos considerarla como un poco de cura de izquierdas. Los años no pasan en balde y tiene una imagen de hombre maduro, quizás excesivamente castigada su cara por el pelo canoso de su barba y las arrugas, pero con un tono de voz segura y una capacidad de reflexión digna de elogio.

Porque lo que hizo este actor vetado en muchas productoras y televisiones y maltratado de manera inmisericorde por los medios de comunicación más reaccionarios fue explicarse y hacerlo como si estuviera ante un juicio. No rehuyó ningún problema planteado, ninguna pregunta que iba directa a la toma de un posicionamiento no ambiguo, y supo defender el régimen político cubano, las medidas del gobierno bolivariano venezolano y colocarse políticamente, de nuevo, en un lugar apropiado para que su imagen no sea utilizada por toda la jauría empeñada en dañar a Podemos.

Está bien rectificar, darse cuenta de que fue excesivamente vehemente en sus críticas, que no logró nada más que deteriorar todavía más su imagen y en esta ocasión frente a los que comparten con él ideología o al menos anhelos. Porque parece claro que el mensaje estatal, la idea primordial es acabar con el frente impopular del «PPSOE», dejarse de banderas y crear una alternadita de gobierno que pueda hacer más viable la vida en parámetros de democracia y dignidad para todos.

Estuvo francamente ajustado en sus reflexiones sobre los asuntos vascos, con la injusticia que se está cometiendo con Arnaldo Otegi y todos los condenados de Bateragune y mantuvo una postura sobre la cultura, el IVA cultural y todos los asuntos de su profesión lógica desde su punto de partida militante. Así nos gusta ver a Toledo, seguro en sus argumentaciones, firme en sus convicciones, comunicador y comunicativo. Un líder. Incluso para Podemos. Y todo puede suceder con el mensaje de unidad. Aquí y en el Estado español.