Aquí nadie da duros a cuatro pesetas
Reparto de puntos en la vuelta del Athletic a la Champions 16 años después. Los leones se toparon con un rival que le complicó las cosas y le impidió hacer su juego. Faltó remate y acabó en empate.

ATHLETIC 0
SHAKHTAR 0
Un punto y gracias. Esa fue la sensación generalizada tras ver in situ que el Shakhtar ucraniano es un buen equipo, con hechuras de Champions y que se le atragantó a un Athletic que casi nunca pudo hacer su juego y casi siempre se vio superado al menos en la propuesta. La posesión final del 56% favorable a los visitantes no solo es estadística, sino real y efectiva. Porque si el gol debía de caer de alguno de los dos bandos, ese era el del visitante, que se desplegó mejor en ataque, pero le faltó remate, contuvo bien las deshilvanadas acometidas de los rojiblancos, y al final tuvo que contentarse con un punto que seguramente le supo a poco, todo lo contrario que a un Athletic que sabe ya lo que es una competición donde nadie da duros a cuatro pesetas.
Sorprendió el equipo de Mircea Lucescu de inicio, nada de esperar atrás al equipo de casa, sino todo lo contrario, apretar arriba la salida de balón de Iraizoz e impedir que los rojiblancos tuvieran la pelota en cualquier lugar del terreno de juego. El Shakhtar movía con rapidez sus fichas ofensivas y se desplegaba veloz ante la mirada de un atónito Athletic que no sabía cómo hincar el diente al partido. Y eso que Mikel Rico tuvo la primera y mejor ocasión de los anfritriones al minuto dos, cuando su mordido disparo desde cerca salió fuera por poco. A partir de ahí, y casi hasta el meridiano de esa primera mitad, los leones se dedicaron a correr tras el balón, sin dejar visos de su habitual juego y a merced de la propuesta impuesta por su rival.
El Shakhtar lanzaba peligrosos destellos aunque sin poner en aprietos a Iraizoz, que volvió a demostrar su buen hacer en un disparo lejano de Stepanenko y, sobre todo, en una mano milagrosa que sacó cuando el balón se cruzó sin dueño por su área pequeña. Por parte del Athletic, un par de destellitos de un intermitente Ibai -acabó lesionado-, dos o tres contras con aroma de gol que acabaron en nada por desacierto propio, las incontables malogradas entradas de un De Marcos que no puso un balón bien ni por alfrombra roja -11 centros al área de los leones en esa primera mitad y ni uno rematado- y la que tuvo Munian que escorado centró a las manos del veterano Pyatov. Al menos, los de Valverde maduraron el encuentro, mostraron más solidez defensiva, tocaron algo más la pelota, cedieron ya menos espacios a los `mineros brasileños' del conjunto ucraniano, pero terminaron pidiendo la llamada al descanso en unos minutos finales en los que Laporte salvó un pase de la muerte que olía a defunción.
La sensación era de que se había salvado el resultado y sorteado lo peor sin rasguño alguno. Tras el descanso, el Athletic, quizá espoleado por esa fortuna, pareció salir más decidido, apretó de inicio, pero pronto el Shakhtar decidió tomarle la palabra y hacer lo propio, volver a meter el miedo en el cuerpo de la grada. Sus despliegues ofensivos llegaban demasiado fácil hasta las inmediaciones de un Iraizoz siempre muy seguro, que tuvo que emplearse a disparo de Costa, y cuando no, por ahí pasaba el brazo de Laporte para sacar un chutazo directo a gol, y que el colegiado griego no vio. Hasta en eso el marcador estuvo con el Athletic.
Minutos de incertidumbre, en los que equipo y grada parecían palpar de nuevo la sensación de la primera mitad de que mejor cerrar los ojos y apretar el trasero. En mitad de un partido de ida y vuelta, donde cada contra visitante hacía levitar el graderío, el Athletic supo también aguantar, sufrir, tirar de un inconmesurable Mikel Rico, sacar oxígeno de las entradas de Aketxe y Guillermo, los dos muy activos y con detalles, y terminar amarrando un empate que hasta Muniain podría haber desequilibrado en una contra si no fuera porque estaba más que fundido, sin ideas. Y es que sin ideas volvió el Athletic a la exigente Champions 16 años después. Y empató, que visto lo visto, no es poco.
Porto-BATE (6-0). Goleada en el otro partido del grupo, con tres goles de Brahimi, ex del Granada. Esto obliga al Athletic a ganar en Bielorrusia.
Valverde asume que el rival les impidió hacer su juego y les pudo la ansiedad
Ernesto Valverde se mostró al final meridianamente satisfecho, sobre todo porque la entidad del rival había sido la esperada por ellos pero tal que maniató a su equipo. «Ha sido el partido en casa durante todo el año con más dificultades para hacer nuestro juego. El Shakhtar no nos ha dejado y eso nos ha creado ansiedad en momentos y cometer más errores de los normales. Eso nos ha descolocado un poco». El técnico asumió que «ha sido un partido muy sufrido, también por parte de ellos, pero no hemos podido hacer nuestro juego ante un muy buen equipo. En la Champions cada punto hay que sudarlo, es una competición complicada y nadie dijo que iba a ser fácil», reflexionó «Se juega a otro ritmo, se compite duro», añadió. J.V.

El PP amenaza con el exterminio político a EH Bildu y sin tener turno de palabra

El exalcalde de Hondarribia fichó por una empresa ligada a Zaldunborda

«Tienen más poder algunos mandos de la Ertzaintza que el propio Departamento»

GARA es segundo en Gipuzkoa y NAIZ sigue creciendo con fuerza
