La Liga no ahoga, pero sí aprieta
Valverde reconoce las urgencias al asegurar que una victoria ante el Granada «es fundamental para empezar a colocarnos bien».
ATHLETIC-GRANADA
«La Liga es la que nos da de comer». La sentencia en su día de Ernesto Valverde cobra fuerza a cada jornada que pasa y máxime cuando tras tres partidos domésticos el casillero suma tres puntos y hasta el propio técnico reconoce, como ayer en sala de prensa, que ante el Granada de Joaquín Caparrós «es un partido ya importante, tenemos cierta obligación de ganar, es fundamental para empezar a colocarnos bien en la Liga». Y eso que estamos a finales de setiembre y esto no ha hecho sino empezar, pero las urgencias, ¡ay!, aprietan. Tres encuentros en poco más de una semana antes de encarar la Champions, tres duelos ante rivales `asequibles' para sumar, pero para tratar de sumar de tres en tres.
San Mamés aguardará expectante qué imagen dibujarán los suyos esta tarde. Ante el Barcelona se esforzaron al máximo y quizá si no hubieran sido los culés, los leones habrían sacado algo más positivo. Ante el Shakhtar «corrimos mucho, hicimos un gran esfuerzo» y también «sufrimos mucho», reconoció ayer un Txingurri que habló de asumir «la envergadura de los rivales de enfrente» para dulcificar la cara mostrada por el equipo en ambos choques.
Físicamente «estamos bien» quiso zanjar el técnico a pesar de los últimos esfuerzos, si bien avanzó que habrá algunos cambios en el once de hoy, el más significativo, que Laporte no entra en la convocatoria para darle descanso. A otro que sí confirmó de inicio es a Iraola, cuyo rol esta campaña «será el mismo que la pasada, va a participar regularmente, esa es mi intención, porque es un jugador importante para nosotros. Jugará él o De Marcos según estime».
Ibai Gómez, cuyas dolencias son menores de las esperadas, tampoco está en la convocatoria porque Valverde no quiere arriesgar y será necesario para los partidos tan seguidos que vienen. Parece evidente que Susaeta saldrá de inicio, San José también debería tener su oportunidad en la zaga a saber si junto a Gurpegi o si tiene cabida Etxeita, y habrá que ver si el de Viandar de la Vera sigue dando la mediapunta a un Beñat que no acaba de consolidarse ahí o se atreve con el joven Unai López, después de que Aketxe vaya a estar parado cuatro o quizá más semanas tras debutar y romperse un dedo de un pie.
Arriba habrá que confiar no solo en que Aduriz recupere su olfato sino en que el equipo al completo atine cara a gol. Demasiados partidos a cero en el casillero, Valverde asegura no estar «alarmado». Adimte que «no somos de hacer muchas ocasiones, más bien de aprovechar bien las opciones y de conceder poco. El otro día se cumplió solo la primera, porque arriba el último pase no lo hicimos bien. Confío en que volvamos a estar más acertados».
Enfrente estará, para más inri, un Granada con impronta caparrosiana. «Es un equipo que se muestra sólido atrás, que tiene ese sello solidario de su entrenador, que defiende bien, que es peligroso en la estrategia», destacando de los nazarís no solo sus hombres de ataque, sino los de la medular que se prodigan con facilidad hacia arriba. «Tenemos que andar con ojo sobre todo con sus disparos desde fuera del área», avisó.
Su hómologo, Joaquín Caparrós, alabó ayer al Athletic, a su técnico y al público. «Será un partido difícil ante un equipo muy identificado con una afición que aprieta y en un estadio donde se encuentran muy a gusto», dijo. Y avisó el utrerano: «Si no hacemos un buen partido, mal vamos a ir».
Las lecciones negativas que dejó la Champions
El Athletic se quedó sin marcar por primera vez en el nuevo San Mamés. Y como asumió Valverde, lo que no logró nadie, ni siquiera Madrid, Barça o Atlético, impedir que los leones hicieran su fútbol, más allá del resultado, lo consiguió el Shakhtar del viejo zorro Lucescu. Su posesión, del 65%, fue real, nada de pases horizontales o atrás, sino de control del juego y del partido. Por primera vez vimos un Athletic impotente, incapaz en el plano ofensivo. Maniatado. Esto es la Champions, señores, dijeron luego muchos. Y aun así sorprendió. Probablemente porque fuera del vestuario quien más quien menos menospreció, más o menos, a los `mineros brasileños', que si no se hubieran dedicado a perder tiempo, podrían haberse llevado los tres puntos. Porque siempre, o casi, superaron a los rojiblancos. Valverde dio cabida a Ibai por Susaeta, quizá para poner balones en el área y aprovechar la supuesta carencia defensiva por alto de los ucranianos. Pero Lucescu taponó bien las bandas, con dos laterales que además se desplegaban arriba como flechas. A ello le añadimos que De Marcos exasperó con sus centros al más pintado de la grada e hizo echar de menos a Iraola. Beñat sigue sin funcionar en partidos tan cerrados y apretados como estos, no tiene el juego de apoyos cortos de Herrera y el Athletic lo nota y notará. Unai López, Aketxe... quizá verdes, la apuesta más fiable pueda ser Muniain. El problema es que Ibai Gómez sigue sin dejar poso cuando sale de inicio, más allá de detalles. En resumen, este Athletic aún con dudas saldrá de las mismas en el plazo de una semana. J.V.
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