Xole ARAMENDI DONOSTIA
62 EDICIÓN DE ZINEMALDIA

Bille August: «`Silent Heart' es una película que trata sobre la dignidad»

Con un Kursaal abarrotado puesto en pie y aplaudiendo al realizador y a los actores de «Silent Heart». Así terminó la proyección del film de Bille August, cinta con la que el director regresa al cine danés tras su incursión internacional con «Tren de medianoche a Lisboa». Compite por la Concha de Oro con una película en la que pone el foco al tema de la eutanasia, objeto de debate en los últimos años en su país, Dinamarca.

Dos hermanas se reúnen con sus respectivas parejas e hijo en casa de sus padres. Van a celebrar la cena de Navidad por deseo de su madre, aunque no sea diciembre. Será la última vez que estén todos juntos. Su madre, aquejada por una enfermedad terminal, quiere despedirse de cada uno de los miembros de su familia antes de llevar a cabo el plan que planea desde hace meses. Se va a quitar la vida con ayuda de su marido, médico.

Todos parecen estar de acuerdo en la decisión de la madre, pero a medida que pasan las horas las hijas cambian de actitud, hasta hacer peligrar los planes iniciales.

La madre de familia pone todo su empeño en que los últimos momentos compartidos sean incluso divertidos. No es fácil, ya que la situación hace aflorar conflictos familiares, llegando a abrir viejas heridas que están sin cicatrizar.

Bille August (Virum, 1948) consigue emocionar al espectador con una cinta que rezuma sensibilidad, ironía y buen humor. En la proyección de ayer hubo de todo, risas y llantos.

Es una película intergeneracional en la que los mayores dan una auténtica lección de vida a los más jóvenes. La madre, personaje encarnado por la veterana actriz Guita Nørby, es un ejemplo de dignidad. Precisamante este es el tema central del film en opinión del autor de «Pelle el Conquistador» y «Las mejores intenciones»: «La eutanasia se ha abordado mucho en Dinamarca en los últimos años y cuando recibí este guion me encantó porque se podía ver desde dentro cómo afecta a la familia la decisión de la madre. Es una historia muy potente y trata sobre la cuestión de la dignidad», indicó August.

El director estuvo acompañado por los principales actores. Todos ellos coincidieron en destacar el especial ambiente creado durante el rodaje. «Se creó una gran conexión entre todos nosotros», afirmó Danica Curcic, actriz que encarna a la hija menor.

«Nos convertimos en una familia», agregó Nørby. «Nos conocíamos de antes, pero al llegar a la casa sucedió algo. Los sentimientos surgieron de manera natural. Es lo que conmueve, algo real estaba ocurriendo en el rodaje», señaló.

Paprika Steen es la hija mayor. Al ser preguntada por su método de trabajo, explicó que «una vez que el personaje entra en ti las preguntas se responden por sí solas. Si el resultado es convincente, verdadero y real no importa el método. Yo no investigo nada, me dejo llevar por mi intuición», dijo.

La neblina del amanecer -la acción se desarrolla en una casa de campo- refleja la fría relación existente al principio entre los miembros de la familia. «Todos los personajes se han preparado ante los acontecimientos, pero luego todo cambia. Casi todos hacen lo contrario a lo que hacían cuando llegaron a la casa», remarcó el realizador danés.

Reconoció que la escena final fue la más dura de rodar. «Todos estábamos conmovidos», dijo. La rodaron solo dos veces.

A este respecto, Steen hizo hincapié en el hecho de que August «nunca realiza más de tres tomas. Sabía exactamente a dónde quería ir y al mismo tiempo nos permitió tener mucho espacio para trabajar».

Morten Grunwald, actor que encarna al marido, subrayó que, por encima de todo, es una historia de amor. «Entiendo la decisión de la pareja. Él es médico y sabe cuán horrible es la enfermedad. No quiere verla con respiración artificial», indicó.

A su lado, Nørby asentía con la cabeza. «Cuando la madre dice que es una bendición que su marido esté con su mejor amiga tras su muerte... ¿Quién es capaz de decir eso? ¿Quién es capaz de amar así?», se preguntó.

Nørby insistió en que, a pesar del tema que aborda, «no es una película triste, es una película con mucha luz y amor».

Al ser preguntados por el tema de la eutanasia, ninguno de los actores se atrevió a afirmar que harían lo mismo que su personaje. «El arte es plantear preguntas abiertas y verte en el espejo», afirmó Steen.