El hambre y las ganas de comer
Valverde habla de «un partido impredecible» ante el Rayo, no duda de su equipo, pero le preocupa las pocas ocasiones de gol.
RAYO-ATHLETIC
«Estamos abajo y aunque llevemos cuatro jornadas ya empieza a decir algo el hecho de verte en la clasificación y estar ahí. Por eso tenemos que actuar como tal», palabras de Ernesto Valverde ayer en Lezama, que el mismo Paco Jémez podría suscribir. Uno y otro, Rayo y Athletic, no han iniciado nada bien la campaña liguera y los puntos de esta tarde en el estadio vallecano son de esos que dan oxígeno y hasta pueden invertir una tendencia negativa. Un duelo de urgencias sin medias tintas, entre dos equipos, aventuró el técnico rojiblanco, que saldrán al ataque porque lo llevan en el ADN que les han imprimido sus respectivos entrenadores. Dos equipos, además, que necesitan llegar muchas veces al área contraria, que necesitan tener ocasiones para marcar. Por eso, Txingurri no duda de que el de hoy será «un partido impredecible», ante un Rayo que «juega a arrollarte o a ser arrollado», una bipolaridad que la sacaron a relucir los madrileños ante el Villarreal en la última jornada.
Rostro serio el del responsable del banquillo bilbaino que para nada quiere eludir la delicada situación clasificatoria. «Tenemos una obligación mayor que la del sábado pasado», enfatizó. Pero preocupado por los puntos más que por lo que le está ofreciendo su equipo. «No tengo dudas de carácter general», zanjó, y es que ve a los suyos en la línea correcta, «aunque a veces nos cuesta, porque nosotros tenemos que hacer las cosas muy bien para ganar. Yo estoy satisfecho porque el equipo trabaja, a veces pienso que hasta yo les exijo mucho, pero es lo que tenemos que hacer para ganar».
Al Athletic le está costando mucho hacer goles. Él lo sabe. Y le preocupa. «Nos cuesta generar ocasiones de gol. Nosotros necesitamos ocasiones para marcar, porque no tenemos jugadores que resuelvan en una jugada individual». Y ahí entran el juego los centros al área que llevan de cabeza a la grada de San Mamés. «Centramos mucho y tenemos que hacerlo mucho, y tenemos que hacerlo de la mejor manera, llegar bien y meter gente en el área. Son cosas que trabajas normalmente, pero como todo, hay que ir ajustando. Lo iremos corrigiendo», se apresuró a tranquilizar.
Laporte, sí; Ibai y Unai López, no
Ernesto Valverde se lleva hoy 19 jugadores -tendrá que descartar uno-, incluido un Aymeric Laporte que era duda en palabras del propio técnico, pero que veremos si parte de inicio. Sigue fuera Ibai Gómez, que no ha terminado de recuperarse del todo de sus molestias musculares y, sorpresa, se cae de la lista Unai López, además de Bustinza con respecto a la convocatoria del sábado pasado.
Paco Jémez: «Nos va a costar un huevo ganarles»
Paco Jémez está ante su Rayo 3.0, la tercera versión de su amor por una camiseta franjirroja pero, sobre todo, por una forma de entender el fútbol, en la que no tiene cabida ganar en el último minuto y de penalti, jugando mal. Bastante sufre en el banquillo como para encima no disfrutar con su equipo, sostiene. Hasta 17 jugadores nuevos ha incorporado a su plantilla esta temporada, un vestuario ilusionante para muchos, tanto que en el entorno de Vallecas se dice que al menos hay cinco o seis equipos con peor plantel y por tanto el Rayo no debe pasar apuros para mantenerse en Primera. Pero eso no va con Jémez. «Por ahí andan diciendo que tenemos la mejor plantilla en diez años, así que acabaremos quintos o séptimos», respondió ayer irónico. Genio y figura, insoportable en demasiados ratos hasta para él mismo, un entrenador de esos que un día podría perfectamente sentarse en el banquillo de San Mamés, pero no como visitante. Ya lo hizo un tipo más `loco' aún llamado Marcelo Bielsa, por qué no alguien que defiende ser un romántico de este bendito deporte y que hace tres días su equipo ganaba arrollador 0-2 para terminar sucumbiendo 4-2. «Es un partido muy bien perdido y merecidamente perdido, por cagones. Tenemos que encontrar el equilibro», reconocía este martes en sala de prensa el que fuera jugador de Córdoba, Rayo o el gran Depor de los años gloriosos de Lendoiro. Jémez los tiene más negros que un grillo, sabe de qué va esto del fútbol como ninguno. Vallecas es una escuela adelantada. «Esto es el Rayo, y aquí las cosas cuestan un huevo y parte del otro», repite alguien que se dice creyente, pero que nunca rezará para sacar un buen resultado porque «en el fútbol no hacen falta milagros».
Con sus ideas futbolísticas va hasta el final. Incluso en el Rayo. Hoy se enfrenta al Athletic, un club al que tiene estima. Gran estima. «Cada uno tiene los puntos que se merece. Nosotros tenemos dos y ellos tres. Ninguno de los dos hemos tenido un buen arranque, pero sigue siendo uno de los mejores de España y un equipo de Champions. Nos va a costar un huevo ganarles y debemos conceder poco. Ha demostrado que este equipo es Champions, el nuestro es nuevo. Nosotros sabemos que está pasando una mala racha, pero tiene bagaje y un caché suficiente para tomárselo en serio», dijo de los leones.
Canario, 44 años, impecablemente vestido, pegado a la banda de su Vallecas, aguarda al Athletic con la necesidad que da no conocer aún la victoria. Sus intenciones son un libro abierto: jugar al ataque y tratar de golpear primero. J.V.
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