La Sección Tercera de la Audiencia Nacional española, cuyo titular es Guillermo Ruiz Polanco, decretó ayer la suspensión de condena de Ventura Tomé, vecino de Tafalla que hasta ayer se encontraba en la cárcel de Murcia, por padecer una enfermedad grave e incurable.

De este modo, Tomé podrá volver a su casa de Tafalla para seguir el tratamiento contra el cáncer de pulmón que padece. En mayo de 2014 fue intervenido en el Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia para extirparle parte del pulmón izquierdo. Numerosos informes han subrayado que las condiciones de vida en prisión no son las adecuadas para una persona a la que se le ha extirpado el pulmón. Previamente, en enero de 2013, a Tomé se le diagnosticó otra cáncer, de próstata, y recibió 38 sesiones de radioterapia con las esposas puestas.

Fuentes jurídicas explicaron a GARA que el auto de Ruiz Polanca tiene en cuenta jurisprudencia del Constitucional que establece que las condiciones de la cárcel son perjudiciales para la evolución de una enfermedad grave e incurable, por lo que decreta la suspensión de su condena. Estas fuentes puntualizaron que para acceder a esta suspensión, la legislación española no requiere que el enfermo esté en fase terminal, sino que la dolencia sea de carácter grave e incurable, como es el caso de Tomé, según atestiguan numerosos informes.

A Tomé le comunicaron la decisión de la Audiencia Nacional ayer hacia las 14.30. Familiares y allegados se desplazaron desde Tafalla hasta la cárcel de Murcia para recogerle, pasadas las 18.00, e iniciar el camino de regreso a Nafarroa.

Nagore López de Luzuriaga, en declaraciones realizadas como portavoz de Etxerat antes del inicio de una mesa redonda en Donostia, se congratuló por la salida de prisión de Tomé y reclamó que los diez presos con enfermedades graves e incurables que siguen en las cárceles sean puestos en libertad lo antes posible ante la gravedad de la situación que padecen.

Desasistencia sanitaria

Ventura Tomé ha sufrido un caso de desasistencia sanitaria grave, según denunció su abogada, Jaione Karrera, en una comparecencia en Iruñea en abril. A pesar de que se le diagnosticó un cáncer de próstata en enero de 2013 y fue sometido a sesiones de radioterapia -en condiciones inhumanas, esposado-, no se le hicieron pruebas para determinar si la enfermedad se había extendido.

En junio de 2013 se le detectó el tumor en el pulmón, pero no se le comunicó hasta enero de 2014, cuando fue trasladado al hospital para otra prueba. En abril fue sometido a una nueva operación, en la que se le extirpó parte del pulmón izquierdo. La familia denunció las condiciones en las que se realizó esta intervención, en medio de un fuerte despliegue policial y con presiones a su hija, único allegado que se podía desplazar hasta Murcia.

La mujer de Tomé, Kristina García, padece otro cáncer, por lo que no podía viajar hasta la cárcel de Murcia, situada a 690 kilómetros de Tafalla.

Estas circunstancias hacían evidente la necesidad de que Tomé fuera excarcelado. En Nafarroa se han registrado numerosos movilizaciones pidiendo su liberación. Esta demanda ha sido especialmente respaldada en Tafalla, su localidad, donde vecinos de diferente adscripción participaron en actos para reclamar su puesta en libertad.

Esta sensibilidad no tuvo su reflejo en el Parlamento navarro, donde UPN, PSN y PP vetaron la presencia de los familiares de Tomé para que pudieran exponer la situación en la que se encontraba.