ATHLETIC 3

T. ALCAINE 1

El Athletic lidera la clasificación en solitario. Aunque la historia pudo ser muy diferente, porque el Prainsa estuvo a punto de dar la campanada en Lezama, donde se adelantó en su primer acercamiento a puerta y echó el resto tras la remontada local, impidiendo que las rojiblancas pudieran celebrar la victoria prácticamente hasta que no se vieron camino de vestuarios.

Pero el cuento acabó bien. Como había comenzado, incluso horas antes de que vizcainas y zaragozanas saltaran al campo. El choque entre el Valencia -único equipo hasta ayer capaz de mantener el ritmo del rojiblanco- y el Rayo Vallecano acabó con empate sin goles, resultado al que parecen abonadas las de Patricia Torvisco. Oportunidad de oro para hacerse con el primer puesto ya en solitario, que el Athletic no desaprovechó, aunque durante muchos minutos pareció pesarle.

Aunque algo de mérito tiene el Tranportes Alcaine, que ofreció una muy buena imagen en su paso por Lezama. Con cinco jugadoras por delante de la debutante Patricia, otra línea de cuatro aparentemente más preocupada de defender a su guardameta que de mirar a Ainhoa, y Mamy Ndiaye como única referencia arriba, las mañas intentaron cerrar todos los caminos a su portería y, sobre todo, aguantar el habitual arreón inicial local. Lo consiguieron. El Athletic apretó, corrió y buscó, pero le faltó cierta definición en el último pase, lo que provocó que el peligro rondara en todo momento el área de Patricia pero las ocasiones claras escasearan. Más aún lo hicieron en la parcela de Ainhoa, pero el Prainsa tuvo el acierto que le estaba faltando a su anfitrión. A diez minutos del descanso, Sandra Bernal se escapaba para recibir un buen balón y batir a Ainhoa con un duro disparo.

El Athletic aplazó la reacción hasta el segundo tiempo, cuando puso mayor énfasis en su dominio de todas las facetas del juego y, además, recuperó la inspiración rematadora. A los diez minutos de la reanudación, Vanesa remataba una falta y el rechace de Patricia lo aprovechaba Irene para firmar el empate. Apenas seis minutos después, Izaskun andaba lista para hacerse con otro despeje en corto de la meta visitante.

Parecía la acción definitiva, el inicio de otro festival goleador rojiblanco. Pero nada más lejos de la realidad. El Transportes Alcaine no quiso permitir que su rival lo celebrara antes de tiempo y, aunque por momentos perdía fuelle, supo ponerle en apuros. Tantos que llegó a marcar, en una bonita jugada de estrategia, afortunadamente anulada por fuera de juego. Ni así se rindieron las mañas ante un Athletic que seguía sin sentirse totalmente cómodo. Pero siguió insistiendo y, a dos minutos del final, aprovechaba una falta junto al área para sentenciar, esta vez sí, la tarde. Botó Iraia, peinó Erika y remató Lizaso, confirmando a su equipo en el primer puesto con 15 puntos y convirtiéndose en el único que cuenta sus partidos por victorias.

Necesidad de alegrías

Todo lo contrario sucede con la Real, que todavía no ha podido sumar un solo punto. Con cuatro derrotas consecutivas han comenzado la Liga las donostiarras, a las que solo el golaverage mantiene fuera del descenso.

Necesitan una alegría y la necesitan ya, antes de que la presión por el casillero en blanco les condene a una espiral poco recomendable. Y les toca intentarlo en un campo complicado.

Visitan a un Espanyol que parece haber comenzado la Liga más entonado que el curso pasado y que, de momento, solo ha caído ante el Levante. La buena noticia previa es que Unai Gazpio tiene a toda su plantilla en condiciones de jugar.

En el resto de la jornada, el interés reside en saber si el Barcelona pagará el esfuerzo europeo.