A la fuerza ahorcan. Y el Athletic estaba obligado, sí o sí, a traerse la victoria de Almería después de nueve encuentros oficiales consecutivos sin ganar, una de las peores rachas de su historia. Por eso, no debe extrañar que su técnico, Ernesto Valverde, se dejase de licencias y procurase amarrar con todos sus efectivos destructores tres puntos que saben a gloria y pueden dar un giro a este irregular comienzo de temporada de los rojiblancos.

Hasta con siete jugadores defensivos entre sus filas acabó la escuadra vizcaina su encuentro en el estadio de los Juegos del Mediterráneo. A la línea zaguera que saltó de inicio, compuesta por De Marcos, Etxeita, Laporte y Balenziaga, hubo que sumarle, a medida que avanzaba el choque y la victoria se veía más cerca, la presencia de Iraola, Bustinza y San José.

Esa disposición dejó al equipo sin apenas piezas ofensivas, con Aduriz como único hombre de ataque claro, ya que el once final que acabó el partido, quitando a Iraizoz, se completaba con Iturraspe y Mikel Rico, dos jugadores que suelen llegar desde segunda línea al área rival, pero cuya primera misión es abortar el juego del adversario.

Con semejante dibujo, el Athletic consiguió por primera vez en lo que se lleva de campaña mantener su portería a cero fuera de casa, una condición casi imprescindible si se quiere obtener algo positivo en los desplazamientos. Ya en San Mamés, los pupilos de Valverde han logrado la misma consistencia defensiva en otras tres oportunidades, frente a Levante, Shakhtar y Eibar.

Dos sesiones a puerta cerrada

El importante número de efectivos con carácter defensivo que se acumularon sobre el césped no fue la única noticia a destacar del envite contra el Almería. También el hecho de que por primera vez en lo que se lleva de temporada fue un componente de la línea zaguera -Etxeita- quien colaboró en el aspecto goleador, con una diana, además, muy importante.

La victoria en tierras andaluzas alivia en parte la difícil situación del Athletic, pero el respiro es solo cuestión de días. Mañana la plantilla rojiblanca regresará al trabajo para preparar con mimo un enfrentamiento muy complicado, como será la visita del Sevilla. De su importancia habla el hecho de que Valverde haya preparado hasta dos sesiones a puerta cerrada.