Los campeones se estrenan ganando
Un triple de Parker dio el triunfo a San Antonio sobre Dallas por 101-100. Houston no tiene misericordia de los Lakers en Los Angeles.

«Fue un gran partido de baloncesto, no se puede empezar la temporada con un mejor encuentro para los fans, imposible. Desafortunadamente, nadie se acordará de los cortos márgenes entre una victoria y una derrota. Si tuviéramos una canasta más, estaríamos cantando una melodía diferente. Este es el mundo en el que vivimos en la Conferencia Oeste». Quien así hablaba era Rick Carlisle, técnico de los Dallas Mavericks, tras caer por 101-100 ante los Spurs en el partido inaugural de la temporada 2014/15 de la NBA.
La vida sigue igual para los vigentes campeones. Un triple de Tony Parker a falta de un minuto dio la última ventaja para San Antonio, superando con un gran lanzamiento las dos canastas de Nowitzki que poco antes habían adelantado a Dallas. Las buenas defensas y los errores en el tiro afearon levemente el minuto final, incluyendo el tiro ganador que erraba Chandler Parsons, uno de los nuevos fichajes de los Mavericks. Su tiro no quiso entrar y, por ende, los de Greg Popovich retomaban la nueva campaña tal y como dejaban la anterior: ganando y celebrando el título de campeones.
De hecho, el comisionado Adam Silver se estrenó en estas lides, en una simbólica ceremonia de entrega de premios previa al «derbi» texano, caracterizada por su sobriedad y brevedad. Eso sí, los vendedores de merchandising se lucieron como pocas veces, al regalar un anillo de campeones a los aficionados que se congregaron en el AT&T Center.
Monta Ellis, con 26 puntos, fue el principal anotador de los Mavericks, mientras que Parker, con 23 y Ginóbili, con 20, fueron los «ejecutores» de San Antonio.
Harden se luce en el Staples
La vida sigue igual en San Antonio, y también en Los Angeles, para desgracia de los Lakers. James Harden, con 32 puntos y 6 asistencias, le dio la bienvenida a unos Lakers que iniciaban un año que promete ser muy duro.
Los texanos se imponían por 90-108, con Terrence Jones como mejor escudero de Harden con 16 puntos y 13 rebotes, mientras que Dwight Howard se permitía propinarle un codazo a Kobe Bryant que terminó en amago de tangana y doble técnica para Black Mamba y Superman. Carlos Boozer, traspasado por Pau Gasol de Chicago, fue el único que le echó un cable a Bryant, con 17 tantos y 7 rebotes, mientras que el escolta angelino, reestablecido al parecer de sus múltiples molestias, sumaba 19 puntos.
Pero más allá de la derrota, la peor noticia para la franquicia angelina llegaba en forma de lesión. Julius Randle, uno de los novatos que más esperanzas levantan en la NBA a sus 19 años, y que los Lakers adquirían en el último draft después de su gran último año en Universidad de Kentucky, se rompía la tibia en una acción en los «minutos de la basura». El joven ala-pívot, que en su debut anotaba una canasta en 13 minutos de juego, ensayó una penetración accidentada y trastabillada, con tan mala suerte que se lesionó y debió abandonar el Staples Center en camilla. El pabellón lo despidió entre aplausos y las estrellas de la NBA se han volcado en las redes sociales para el pronto regreso de la joven promesa.
El buche de los Pelicans se llena con el primer triunfo
Los Pelicans de Nueva Orleans sumaban su primer triunfo de la temporada al batir por 101-84 a los Orlando Magic. Haciendo honor a la mascota, los pelícanos se llenaron el buche no de pescado, sino de rebotes -17 por cabeza para Anthony Davis y Omer Asik; 9 cada uno para Tyreke Evans y Ryan Anderson- para embolsarse a su vez un primer triunfo en una campaña en la que esperan jugar los play offs por primera vez desde la temporada 2010/11.
Ese dominio reboteador arrregló sobremanera su pobre 4 de 17 en lanzamientos triples y su aún más pobre 15 de 31 en tiros libres. Gracias a esos segundos -y terceros, y cuartos...- esfuerzos, pudieron realizar hasta 17 tiros de campo más que Orlando -pese a los ¡23! rebotes que capturase Nikola Vucevic- y por si eso fuera poco, Anthony Davis -que se quedó a un tapón para lograr el triple doble gracias a sus 26 tantos y 17 rechaces- y Omer Asik colocaron ¡14! tapones a unos Magic que se vinieron abajo en el segundo y tercer cuarto y ya no pudieron remontar.
La mejor noticia para los Magic fueron los 11 tantos que anotaba el novato Aaron Gordon saliendo del banquillo, así como los 25 puntos de Tobias Harris. GARA

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