ATHLETIC-SEVILLA

«Si años atrás se han visto partidos vibrantes, con mucha energía, parece que este volverá a ser de esa magnitud», pronosticaba ayer Gorka Iraizoz tras el último entrenamiento antes del `partidazo', con todas las letras, que se avecina este mediodía en San Mamés. Y decimos `partidazo' porque a medida que ha avanzado la semana, las declaraciones de los jugadores rojiblancos apuntan a que ante el Sevilla podemos, o quizá debemos, ver un Athletic a la altura de lo que hoy está en juego, y porque tras escuchar a Unai Emery parece que los andaluces vendrán a Bilbo con mayor actitud que la mostrada al final de la campaña pasada cuando jugándose un puesto en Champions los únicos que dieron la cara fueron los de casa.

Ayer, cientos de athleticzales acudieron a la sesión de Lezama a dar su apoyo a los jugadores, incluida una bulliciosa representación bien visible de la grada de animación Iñigo Cabacas, lo que vino a ser un empujón anímico cuyo guante recogieron los propios futbolistas, como agradeció el propio guardameta. «Siempre es bienvenido ese esfuerzo que hace la gente que viene de muy lejos o cerca. Hemos vivido entrenamientos con mucha gente. La familia del Athletic es especial. Muy agradecido por ese aliento», dijo.

La última victoria de los del Nervión en terreno del Athletic data de la temporada 2009-10, cuando vencieron por 0-4, con goles de Renato, Negredo, Kanouté y Jesús Navas, con Joaquín Caparrós en el banquillo bilbaino y Manolo Jiménez en el foráneo. Las estadísticas son pues favorables a los leones, pero el Sevilla que llega este domingo es el que mejor arranque ha firmado en toda su historia a estas alturas de curso.

Ernesto Valverde ya avisó el viernes de los potenciales, muchos, de los andaluces, tanto en defensa como en ataque. Un plantel de quilates, que mezcla calidad y sudor, y arriba un Carlos Bacca que suma ya 7 goles en liga. Nadie duda de que estamos ante un espejo en el que el Athletic debe mirarse para reconocerse o seguir viéndose difuminado. Un choque de exigencia máxima ante el que los bilbainos quieren ofrecer una cara antagónica a la de Almería. «Los objetivos de jugar bien y conseguir la victoria están unidos», sostuvo Iraizoz ayer, sabedor como ya avisó esta semana Andoni Iraola de que ante los sevillistas hay que hacerlo mucho mejor si se quiere ganar.

Ganar otra vez. «Las victorias siempre vienen con un halo de positivismo y energía para reforzar la confianza que te hace creer que puedes afrontar los partidos y ganarlos después de una mala racha. Ahora, esa victoria -la de Almería- marca la confianza para generar el inicio de otra dinámica totalmente distinta, ganando dos partidos seguidos. La victoria sería un `micro-éxito' que nos ayudaría en nuestra carrera de fondo», reconoció el guardameta navarro, que asume la dificultad del rival, pero avisa: «Ellos saben que no va a ser un partido fácil. Ya saben cómo se vive en San Mamés».

Aketxe, en la convocatoria

No es fácil acertar con el once que pueda presentar Txingurri, máxime cuando el miércoles hay partido europeo. Puede apostar de nuevo por De Marcos arriba y situar a Iraola en el lateral, o al alavés en banda y decantarse por Beñat de media punta, y habrá que ver si mantiene su apuesta por Xabi Etxeita ante un Gurpegi recuperado. Lo único que sabemos es que el joven Ager Aketxe es la novedad de una convocatoria de la que se cae Bustinza y siguen fuera los habituales Sola y Toquero, Erik Morán que ni con Iturraspe al trote tiene hueco, no entra Aurtenetxe del que algunos habían hasta apuntado a la titularidad y sigue sumando minutos en la grada el cachorro Unai López.

Partido grande este mediodía en San Mamés, con dos equipos deseosos de puntos aunque por diferentes motivos y, sobre todo, para el Athletic la oportunidad de engancharse a una racha positiva que le sirva para enderezar el rumbo. Esperamos una mejor versión de los leones. Eso esperan ellos, eso espera San Mamés... Esperando al Athletic.