BILBAO BASKET 89

BALONCESTO SEVILLA 61

Será por la configuración de la plantilla; será porque su cuerpo técnico no ha logrado aún que sus jugadores parezcan pertenecer a un equipo profesional... Muchos pueden ser los motivos, pero lo cierto es que, a día de hoy, Baloncesto Sevilla no es digno de llevar ni su nombre, y mucho menos jugar en la ACB. Bilbao Basket no precisó hacer milagros para sumar su cuarta victoria de la temporada, llegando a tener ventajas de hasta 30 puntos. La diferencia, ante todo, estuvo en una seriedad de juego que ayer solo vistió de negro.

Amén de la excentricidad de alinear a un triple poste compuesto por Oriola, Porzingis y Balvin para que, justo después del salto entre dos, el base Radicevic pidiera el cambio en lugar de Porzingis, la escuadra hispalense le puso la alfombra roja a Bilbao Basket. Para cuando se dieron por enterados de que el partido había empezado, el marcador ya estaba 9-0. Después de un respiro por parte local, en el que el marcador se establecía en un 12-5, Bilbao Basket rompía el partido con un parcial de 10-0. Durante esos minutos, la defensa bilbaina se solazó del ataque descabezado andaluz, mientras que un eléctrico Dairis Bertans se erigía en el líder anotador de los hombre de negro. Entre el «cohete letón» y Wragge encestaron cinco triples sin fallo.

La relajación, el único peligro

Pocas veces tendrán que acometer los de Sito Alonso una defensa tan contemplativa y un ataque tan pendiente del acierto puntual. Y eso, de forma casi inconsciente, provocó la relajación bilbaina y el abuso de los triples sin ton ni son.

Así, el marcador reflejaba un digno 25-15 al final del primer cuarto, una diferencia que fue menguando hasta un peligroso 32-29 -el único momento de zozobra-. En esos instantes Baloncesto Sevilla exhibió que algunos mimbres tiene, como Alex Urtasun o Xavier Thames desde el exterior, o Porzingis y Pierre Oriola adentro.

Pero lo cierto es que el triunfo de Bilbao Basket dependía de su propia actitud. Mumbrú, inédito en el primer cuarto, le puso el despertador al cuadro local, sumando sus diez puntos para un parcial de 14-5 que dejó el marcador 46-34 al descanso.

Parcial de 24-9, y punto

Como no era cuestión de dar esperanzas al rival, Bilbao Basket finiquitó el duelo en el tercer cuarto. Desde el 48-38 al 64-38, los hombres de negro sometieron al cuadro hispalense. A golpe de triple y volviendo a defender con dureza, con buenos minutos de Raül López, tomando el relevo a un Quino Colom clarividente, el partid0 se rompió de una vez y para siempre.

Con el partido roto, Tobias Borg y Latavious Williams también se lucieron, sobre todo este último, con un mate en la cara de Watts. Ante un rival tan poco serio, pareció hasta fácil.