Cara y cruz para los dos clubes vascos en la 7ª jornada liguera, con dos resultados que cabe calificar como las «sorpresas» de la jornada. La cara fue para Zuazo que, más allá de la victoria sobre el Aula Cultural, va creciendo como equipo y dispone de plantilla para asentarse en la zona alta. La cruz fue para Bera Bera, que no perdía en casa desde el 31 de enero de 2012, ante Itxako. 33 meses y 35 victorias después se rompía la racha, y una curiosidad: calendario en mano, el 1 de noviembre es un día muy poco propicio para el equipo donostiarra, de hecho el peor de todos. El sábado era la sexta vez desde que debutó en la élite en 1990 en que jugaba un partido en esa fecha, con un balance de una victoria (en Liga en 1995) y cinco derrotas (tres en Liga y dos en Europa). En 25 temporadas ha disputado partidos de competición oficial en 247 días del año -nunca lo ha hecho en los meses de junio, julio y agosto-. Pues bien, el 1 de noviembre es uno de los que más partidos ha jugado, y también el de peor balance. ¿Gafe?

El Elche, que había jugado 15 veces en Donostia desde su primera visita el 2 de noviembre de 1993, había perdido siempre, aunque la pasada temporada ya dio un aviso, y el sábado sumaba su primera y merecida victoria en Bidebieta. Bera Bera había superado con comodidad un comienzo de Liga ante rivales de menor potencial, pero ha mostrado dudas en cuanto ha subido el nivel de sus adversarios.

En Valencia ganó in extremis, y ante el Elche el buen inicio se torció enseguida y luego se mostró incapaz de remontar. Con dos filosofías diferentes en ambos banquillos, José Ignacio Prades exprimió al límite a su siete titular (de las 13 jugadoras alineadas, tres de ellas no salieron a la pista, dos apenas intervinieron -Tobiasen y Sifuentes-, y solo Zhukova disfrutaba de muchos minutos, sobre todo en defensa. Aitor Etxaburu introdujo numerosos cambios a lo largo del partido (solo Zugarrondo y Ezkurdia no llegaron a jugar), pero esta vez en lugar de refrescar el equipo parecieron dificultar que se asentara un siete que pudiera remontar cuando el partido se complicó.

Los dos últimos partidos deben servir a Bera Bera para mentalizarse de que esta Liga será aún más complicada que las dos anteriores, y el técnico deberá esmerarse para buscar una mejoría del juego ofensivo del equipo, donde más problemas sufre. Además, con las ambiciosas perspectivas del club, que se ha fijado la Liga como principal objetivo, no hay tiempo que perder y la reacción debe ser inmediata. A tres semanas del parón por el Europeo, quedan dos salidas (la próxima, a Valladolid, muy complicada) y recibirá en casa al reforzado At. Guardés.

Mientras tanto, el Rocasa queda como líder y único imbatido, tras ceder solo un empate, aunque hay cinco clubes en tres puntos y el Alcobendas que se aproxima y pronto aumentará a seis el elenco de aspirantes, dibujando la Liga más abierta y emocionante que se recuerda.

Eliminatoria europea

Un poco ensombrecido por el compromiso liguero, Bera Bera hacía otro anuncio extraordinario el pasado viernes, que disputará los dos partidos de su primera eliminatoria europea (la tercera ronda de la Copa EHF) en la cancha del Jomi Salerno, el 21 y el 23 de noviembre. El club italiano tanteó primero al donostiarra sobre la posibilidad de cambiar el orden de partidos (el primero se jugaba en Donostia), debido a problemas para organizar su desplazamiento en esas fechas, y de las conversaciones surgió la posibilidad de disputar los dos partidos en Italia.

Bera Bera examinó pros y contras, y a las ventajas económicas (el Salerno se hará cargo de los gastos de los dos arbitrajes y del alojamiento del equipo donostiarra) se unieron las deportivas, pues calendario en mano gustaba más esta opción que la prevista inicialmente. El club contactó con las instituciones que le apoyan para explicarles el planteamiento, y dejaron la decisión en sus manos.

Lo extraordinario es que será la primera vez que las donostiarras jueguen los dos partidos de una eliminatoria fuera de casa. Desde su debut en Europa en setiembre de 1993, Bera Bera ha disputado 84 encuentros, 76 de ellos correspondientes a 38 eliminatorias a doble partido (los otros 8 entre una fase previa de la Champions hace dos temporadas, y la de grupos de Champions de la pasada). De las 38 eliminatorias en 11 ambos partidos se han jugado en pista guipuzcoana tras llegar a un acuerdo entre ambos equipos. En general, eso suele significar que el rival asume su inferioridad, aunque no siempre, y sobre todo hace años los clubes rusos o del Este europeo accedían pese a ser superiores por las contrapartidas que obtenían. De hecho, en dos ocasiones las donostiarras fueron eliminadas, por el Modea Zagreb croata en 1993, y el Kuban Krasnodar ruso en 1996.

En el caso del Salerno, que en principio es muy inferior a Bera Bera, el club donostiarra confía en sacar adelante la eliminatoria y meterse en los 1/16 de final.

La mejor racha de Zuazo

Por primera vez en su andadura en la élite, Zuazo ha encadenado tres victorias seguidas. En las dos últimas Ligas había repetido dos tacadas de 5 puntos -dos victorias y un empate en ambos casos-, aunque la entidad de los rivales en esta ocasión añada valor a esta racha: un Valencia al alza y un pujante Aula Cultural en Lasesarre, y Elche fuera -un triunfo que cobra mayor lustre tras la victoria ilicitana en Donostia-, tres partidos bien ganados, dominados de principio a fin, donde Zuazo ha demostrado que tiene margen para crecer.

Como consecuencia, las de Barakaldo ocupan la tercera plaza -empatadas a puntos con el Aula y el At. Guardés-, y lanzan un mensaje a sus rivales de que deben tenerle en cuenta. Aunque el mensaje más importante tiene como destinataria a la propia plantilla, que se ha demostrado a sí misma que si insiste en la misma línea -y apretar en defensa es su asignatura principal- puede elevar su nivel de objetivos para esta temporada.

Los refuerzos en la portería -con Ramírez a muy buen nivel y la juvenil Maddi Aalla dejando detalles prometedores- y la llegada de varias jugadoras de Kukullaga que se van adaptando a su nuevo rol, han dotado de más recursos al equipo. Baste el detalle de que Ainhoa Hernández, por primera vez en mucho tiempo, «desplaza» como máxima goleadora a Tania Yáñez, que podrá dosificarse con la presencia de Elizegi y llegar más entera a los momentos decisivos.