Jokin Aperribay desveló que en estos momentos están hablando con cuatro candidatos a ser el próximo entrenador de la Real -David Moyes y Pepe Mel entre ellos, mientras que dijo no haber contactado nunca con Thomas Tuchel-, y que la decisión de que Asier Santana se siente en el banquillo en el partido del domingo contra el Atlético de Madrid se debe a que prefieren tomar la decisión con tranquilidad, teniendo en cuenta además que habrá un parón en la Liga la próxima semana.

«La semana pasada ya hablamos con los cuatro. Las conversaciones siguen abiertas y estamos profundizando en ellas. Quizás una de las razones es que tenemos parón de Liga la próxima semana y pensamos que es mejor conocer bien a los cuatro antes de tomar la decisión. Y si tenemos que volver a estar con ellos hacerlo, y entender mejor sus soluciones para el club, que tomar la decisión rápida. Si no hubiésemos tenido el parón la próxima semana, quizás las circunstancias hubieran sido otras», admitió un Aperribay que espera cerrar la operación para el próximo lunes.

El presidente, quien compareció en Zubieta aprovechando la reunión que mantuvo con los jugadores -les pidió «un punto de autoexigencia»-, también se refirió a las características que buscan en el nuevo técnico: «El perfil es el de la filosofía del club, porque luego cada maestrillo tiene su librillo y realiza el trabajo como entiende mejor. Valoramos el conocimiento y respeto a la plantilla, a la economía del club y a la filosofía. Aspectos que son importantes para la Real y para Gipuzkoa. No solo conocerlos sino comprometerse a trabajar por ellos».

En ese sentido, Aperribay negó que el equipo esté descabezado -«para sacar el primer partido adelante lo más importante es hacer piña interna»- y repitió que las prisas no son buenas compañeras. «No sirve de nada tener un entrenador y que luego no estemos convencidos de que pueda llevar ese trabajo adelante. Puedes perder dos partidos y estar igual. Es una decisión importante, que afecta a muchos ámbitos del club», explicó poniendo como ejemplo a Córdoba y Levante, que no ganaron sus primeros partidos tras cambiar de entrenador.

«No creemos que el entrenador tenga que ser el salvador de un día, sino que tiene que trabajar en la Real en su máxima profundidad», insistió el máximo mandatario del club txuriurdin, dejando claro que «la Real va tener en cuenta sus límites económicos». En cuanto a si se busca un contrato de larga duración, dijo que «muchas veces los contratos año a año son los que más tiempo se alargan al final».

Sobre la confianza en Arrasate

Jokin Aperribay también habló sobre la salida de Jagoba Arrasate, «el entrenador de la Real hasta el último minuto con plena confianza». Al contrario de lo que muchos opinan, el presidente esgrimió que «la mejor prueba» de esa confianza «es que no teníamos cerrado el nuevo entrenador el lunes». Y también se refirió a las conversaciones mantenidas con el de Berriatua: «La semana pasada empieza con una llamada nuestra. Más confianza que decirle al entrenador cómo íbamos a plantear la semana, no solo al primer entrenador sino a todos... No te quepa duda de que si no tuviéramos confianza en él no hubiera seguido en el cargo desde hace mucho».

Una confianza que, no obstante, no evitó su destitución. «Hay veces que hay que cambiar el rumbo. Cuando pierdes, pierdes y pierdes, al final echas al entrenador, porque igual llegas a un momento en el que ya no puedes sacar el rendimiento a los jugadores que tienes, y piensas que es el momento de cambiar», justificó la decisión.

Una decisión que, en cualquier caso, no varía su percepción sobre la labor de Arrasate y su apuesta por él -«nunca me voy a arrepentir de intentar un proyecto con entrenadores guipuzcoanos»-, al igual que puso en valor el trabajo de Loren: «La planificación deportiva no la hizo solo el director deportivo, sino también los entrenadores. Y el resultado del primer equipo hasta ahora siempre ha sido ascendente y positivo».