Después de caer por 74-59 frente a Unicaja, Gipuzkoa Basket se situaba con un balance de 0-5, repitiendo así su peor comienzo desde que juega la Liga ACB, como en la campaña 2012/13. No es un buen recuerdo, ya que aquella temporada trajo consigo un descenso al final de la Liga Regular que solo cuestiones burocráticas pudieron evitar. Naturalmente, la historia no tiene por qué repetirse, pero más vale empezar a ganar desde ya, empezando por el partido que disputará frente a Andorra el próximo sábado en Illunbe.

«Perdimos y hay que seguir trabajando, pero creo que -ante Unicaja- fuimos agresivos y competitivos durante gran parte del partido. Puede que dé la impresión de que llegan ahora rivales más asequibles. Pero Andorra viene de ganar a Gran Canaria, y sabemos que si no estamos bien, nos van a dar por todas partes», advertía Mikel Motos, una de las agradables sorpresas de la última jornada liguera del cuadro guipuzcoano.

Ante las bajas por lesión de Dani Díez y Grimau, que se unían a la de Iarochevitch, y a cierto atolondramiento de hombres como Franch o Taquan Dean, el escolta donostiarra completó sus mejores minutos como profesional, lo que unido al esperanzador debut de Xabi Oroz y la intensidad mostrada por todo el colectivo, llevó al entrenador Jaume Ponsarnau a confesar su «orgullo» por el trabajo de sus muchachos, al menos hasta que bajaron los brazos en los dos últimos minutos.

El peor ataque de la Liga ACB

Gipuzkoa Basket prepara el próximo partido frente a Andorra, mientras que en el horizonte esperan el derbi de Zurbano frente a Saski Baskonia y otro partido asequible en Illunbe ante Manresa. En teoría, nadie se escandalizaría si los de Ponsarnau sacan sus dos partidos de casa. Claro que, para ello, hay que afinar sobre todo de cara al aro.

Con 64,20 puntos por partido, Gipuzkoa Basket es el peor ataque de la ACB. Los míseros 43 puntos ante el Barça pesan mucho, pero los 59 ante Unicaja tampoco son para lanzar cohetes. Con un 66,15%, los donostiarras tienen el peor porcentaje en tiros libres, y también están entre los tres peores en porcentajes de tiro de dos -44,44%- y triples -30,63%-. También está entre los que menos rebotes ofensivos conquista y entre los que más tapones recibe. En resumen, que el ataque de los de Ponsarnau precisa mucha puesta a punto para estar a la altura.

«Hemos tocado varias teclas para poder defender mejor más tiempo, pero eso nos ha desajustado otras cosas», reconocía el propio técnico de GBC. Y, en efecto, la defensa ha mejorado, como bien se pudo ver frente al Barça y sobre todo Unicaja -digamos que los 57 puntos de la escuadra culé respondieron a un día especialmente horrible en ataque-. Así pues, lo que los donostiarras precisan es equilibrio. Equilibrio y salud.

Salud, porque el club emitía un reciente «parte de guerra» en el que contaba con Iarochevitch, Dani Díez, Grimau y Taquan Dean en la lista de tocados. Los dos primeros lo tienen casi imposible para jugar frente a Andorra; no así los otros. Eso sí, ambos son dos de los encargados de sumar puntos, sobre todo un Taquan Dean que suma un 11 de 29 en tiros de dos y un 9 de 36 en triples. Muchos tiros para pocas canastas en un equipo que precisa de su acierto. Pese a su voluntad, el club necesita que algún talento se destape.