Joseba VIVANCO
Fútbol internacional

Un poco de por favor

Salivazo de Fellaini a Agüero, críticas de Mourinho al público y castigo por insultar en Twitter a un hincha.

«A veces cuando gritas muy alto escupes un poco de saliva», aclaró Louis Van Gaal sobre el escupitajo que el belga Fellaini -«a la prensa le encanta inventar historias», ha replicado- lanzó a la cabeza del Kun Agüero cuando este estaba sobre el césped y que captaron las cámaras de televisión. No habrá sanción para el jugador del United, según ha confirmado la Federación Inglesa. Seis partidos de suspensión le costó parecida gracia en su día al defensa colombiano del Puebla Efraín Cortés por un `gargajo' similar, al que también sufrió Riquelme en Boca pero por un hincha desde la grada, el que el guardameta paraguayo Chilavert le estampó a Roberto Carlos tras espetarle el brasileño «le ganamos indio», el de Frank Rijkaard a Rudi Völler, el de Messi al malacitano Duda, de Samuel Eto'o al rojiblanco Unai Expósito... Nada nuevo bajo el sol.

El insulto o la grosería no son ajenos a las manifestaciones en el fútbol, por mucha ley no escrita de que todo lo que sucede dentro del terreno de juego se queda ahí. «¿Insultos en el fútbol español? Comparado con Argentina esto es Disney», vino a aclararnos una vez Diego Simeone. Pero si, como dijo Francisco de Quevedo, «el insulto es la razón del que razón no tiene», no hay nada como la ironía, «un insulto con una cucharada de azúcar». Este fin de semana se disputó el esperado City-United, el derbi de Manchester, hoy en las alturas, aun cuando en otros tiempos no tuviera tanto color, o solo uno, el rojo de los Red devils. Eran los tiempos en que Sir Alex Ferguson se despachaba a gusto con sus modestos rivales.

«En ocasiones tienes un vecino molesto. No puedes hacer nada al respecto. Siempre será ruidoso. Solo puedes seguir adelante con tu vida, poner la televisión y subir el volumen», era una de sus perlas a los Citizen. O «¿Hablamos del City, no? Es un club pequeño con una mentalidad pequeña. Solo saben hablar del Manchester United, es lo único que saben hacer y no pueden escapar». Toda suerte de pensamientos que en los últimos tiempos se le vienen atragantando a los de Old Trafford.

El City de Pellegrini -que ofrece 13 millones por temporada al alemán Marco Reus y pagará 175.000 libras semanales a Lampard para que siga con ellos toda la campaña- derrotó al United de Van Gaal, cuarto derbi consecutivo que ganan los primeros, esta vez con un solitario gol del argentino Agüero. Una obra maestra en 45 segundos y 18 toques moviendo al rival, desarbolando una defensa que estaba ya con uno menos, por expulsión de Smalling. Si a ello se le suma la lesión grave del lateral argentino Rojo, tenemos que el técnico holandés cuenta ahora mismo con el siguiente plantel defensivo: Shaw, McNair, Blackett y Thorpe. Todos canteranos y apenas debutantes.

Pinta mal para el United, y eso que Karl H. Rummenigge, alto dirigente hoy del Bayern, ha declarado que «el origen de nuestro juego es Louis Van Gaal». Este domingo puso en liza en el Etihad Stadium el once titular más caro de la historia de la Premier, y eso que Herrera y Mata `chuparon' banquillo. Metió a Carrick, que no había jugado aún un minuto, y son ya 31 los hombres utilizados por el técnico tulipán. Y el equipo sigue sin funcionar. El peor arranque desde hace casi tres décadas. Van Gaal ha prometido que saldrán de esta. Siempre lo ha hecho. Siempre `positifo'.

El holandés hace buenas migas con Jose Mourinho, por aquello de que son viejos conocidos de sus tiempos en el Camp Nou. Con quien no las hace el luso es con Arsene Wenger, y es que al alsaciano del Arsenal ni Ferguson le tragaba. «Dicen que es un hombre inteligente, ¿verdad? ¡Oh, habla cinco idiomas! ¡Yo tengo un chaval de 15 años de Costa de Marfil que habla cinco idiomas!», ironizó. A los Gunners les fue bien el fin de semana, 3-0, liderados por su único jugador en forma, Alexis Sánchez: 7 goles en 9 partidos lo acreditan. Pero los de Londres tienen demasiadas vías de agua.

El que no da tregua es el líder Chelsea, aunque sea con un ajustado 2-1 al QPR, golazo incluido del brasileño Oscar, que el ``Daily Mail'' describió como «absolutamente maravillosa finalización en el primer gol, tocando el balón con el exterior de su pie». Pero no fue suficiente para despertar a la grada de Stamford Brigde, a la que Mou criticó al final del choque. «Hasta el gol de Oscar (1-0) no me di cuenta de que el estadio estaba lleno, estaban dormidos», cuestionó primero, para añadir que «es frustrante. Para nosotros es difícil jugar en casa, porque parece que lo hacemos en un estadio vacío». Y de paso, recadito a los electricistas del estadio por su tardanza en encender los focos: «Estos también estaban dormidos». Como respondió una vez el portugués, «tampoco Jesucristo era simpático para todos, así que imagínate yo». Otro que «Why always me?».

Cuatro puntos sacan los Blues al Southampton, que volvió a ganar y ya suma seis partidos sin encajar gol. El que ha resucitado es el Newcastle que, con su técnico Alan Pardew al borde de la destitución, logró su tercera victoria seguida en Liga, esta vez ante un Liverpool que tiene una pinta desastrosa, tanta como el futuro de Mario Balotelli, al que ya le salen intercambios con el Lille francés para Navidades. «Pocas personas pueden ser buenas en el fútbol y en el sexo. Por suerte, yo soy una de ellas», se soltó una vez el italiano en otra de sus fanfarronadas.

Para salida de tono la de Rio Ferdinand, el ex del United y ahora en las filas del QPR, que insultó a un hincha por Twitter y la Federación inglesa le ha castigado con 3 partidos y 30.000 euros. El aficionado en cuestión tuiteó: «Puede que el QPR firme a un central, necesitan uno». A lo que el jugador respondió: «Llama a tu madre que ella sí que juega bien en el campo #Sket» (forma despectiva de referirse a la mujer).

Este domingo, PSG-Marsella

En la Bundesliga esta vez Pep Guardiola no fue protagonista por ningún rifirrafe, sino por la remontada 2-1 ante el Borussia de Dortmund, y es que, como lo define Martí Perarnau, «el Bayern es como una gota malaya». Los bávaros se llevaron el Klassiker, con gol incluido del exborusser Robert Lewandowski, que le había marcado a todos los equipos de la Liga alemana excepto a su hasta hace poco club.

Choque vibrante en el que se enfrentaron, como lo describe Perarnau, un Bayern que «practica el juego de posición, busca desordenar al rival a partir del balón, emplea el cambio de orientación como intento de girar al contrario y pretende encontrar hombres libres en profundidad», frente al «modelo opuesto, el juego basado en la transición defensa-ataque del Dortmund, que es otra maravilla». Ganó el primero, en tanto los schwarzgelben de Klopp caen a zona de promoción.

La agradable y grata sorpresa en la Bundesliga sigue siendo el Borussia Mönchengladbach, que ganó 3-1 para meterse de lleno en la batalla de los equipos que aún siguen invictos. Como sorprendente es la marcha de los clubes genoveses en la Serie A, donde Sampdoria y Genoa ganaron sus complicados compromisos y son tercero y quinto respectivamente. Menos sorpredente la triste derrota del Milan en casa, 0-2 ante el Palermo.

Pudimos ver la mejor versión del Napoli de Benítez, justo contra la Roma -la primera vez que se encontraban estos equipos desde la muerte de un hincha napolitano por el disparo de un romano-, a la que ganó 2-0, con otro gol de Callejón. La derrota romanista permite a la Juve escaparse tres puntos en el liderato después de ganar en Empoli con un buen gol de Morata, que parece desbancar a Llorente.

Las otras caras de la moneda son los dos equipos de Milán. Séptimo uno, noveno el otro, Milan e Inter, dos caricaturas. El Milan de Fernando Torres ha perdido el embrujo de los primeros días y no carbura ni atrás ni delante. El Inter cedió ante el colista en casa y su mandamás, el indonesio Erick Thohir, organizó una conferencia de prensa desde Indonesia para preguntarse «Com'è possibile?»

En Francia todo son elogios para Marcelo Bielsa. Sus jugadores festejan el último triunfo bailando en torno a la nevera en la que se sienta el Loco y el club marsellés le dedica vídeos. Cuatro puntos mantiene de ventaja con respecto a un PSG que ganó fuera y suma ya 17 partidos seguidos sin perder. Ambos se verán las caras este domingo, Le Classico francés por excelencia en el Parque de los Príncipes, con presencia de medio millar de seguidores visitantes, después de que la Policía haya permitido acudir a cien más para normalizar una situación enquistada por anteriores incidentes, un problema, la violencia ultra en el fútbol francés, ahora mismo muy preocupante.

Todo apunta a que entre ambos se jugarán este año la Ligue 1, algo de lo que no debe preocuparse el Astana kazajo, que acaba de ganar su primera Liga, y menos todo un clásico de los banquillos como el elegante Marcelo Lippi, que ha anunciado su retirada tras proclamarse campeón de la Superliga china por tercer año consecutivo con el Guangzhou Evergrande. Lo dijo una vez el italiano de los puritos y las gafitas, «en el fútbol el primero es un Dios y el segundo una mierda». Y no es un insulto.