Jon ORMAZABAL
Campeonato del Cuatro y Medio

Como si fuera un partido

Saralegi, que insiste en que no jugará con dolor, se infiltrará para hacer mañana una prueba definitiva.

«Le he dado bastantes vueltas. Son muchos los que te dicen ponte un protector y sal a jugar a ver qué pasa, pero no es fácil. Al final el que tiene que salir a la cancha soy yo, el que tiene que pasar el buen o mal trago soy yo y tengo claro que no voy a ir a, como se dice, hacer el indio. No quiero ensuciarme. Lo mejor para todos es decir la verdad y para ir justo a jugar, aunque con un gran disgusto, lo mejor es quedarse en casa». La confesión, sincera y plena de argumentos, la hizo el lunes por la noche Ekaitz Saralegi en Euskadi Irratia, al poco de llegar de pasar consulta en Gasteiz, donde comprobó que, a pesar de que la inflamación se haya reducido, el dedo corazón de su mano izquierda sigue fracturado.

La verdad es que, por mucho que sea el clasificatoriamente mejor colocado en el grupo B -solo necesita 18 tantos para estar en semifinales-, las opciones del de Amezketa son mínimas y su opción más factible parece la de que Julen Retegi consiga ganar el viernes por la noche a Xala en Oñati, con lo que ya estaría clasificado, sin necesidad de jugar el sábado. «Es que es un partido contra Irujo y no tengo que hacer cuatro o cinco tantos, son 18. Estando yo al 150% ya es difícil, por lo que yendo yo mermado ante un buen Irujo ya sabemos todos qué posibilidades tengo. Esa es la diferencia, él es un gran pelotari y yo uno que anda por ahí, pero haré todo lo que está en mis manos», agregó el delantero de Asegarce.

Es por ello que el delantero guipuzcoano acudirá hoy a la mañana al Labrit iruindarra, «el trabajo más sencillo de toda la semana», donde apartará el material de cara al sábado solo con la derecha.

Prueba en Tolosa

Lo verdaderamente complicado y lo definitivo llegará 24 horas después, probablemente en el Beotibar de Tolosa, donde Ekaitz Saralegi tiene previsto realizar una prueba de verdad, «como si fuera un partido», en la que tomar una decisión sobre su participación en el duelo del sábado.

Además de realizarse la pertinente radiografía, el de Amezketa estuvo el lunes en Gasteiz para recoger una nueva férula con la que tendrá que proteger su dedo. Anteriormente había utilizado una bastante más aparatosa y grande, que le valía para proteger la zona en su día a día normal -ha seguido entrenándose físicamente e incluso en el frontón, pero golpeando la pelota únicamente con su derecha-, pero para jugar a pelota necesita otra más pequeña y que le permita hacer el juego.

Eso sí, esta protección no es suficiente, por lo que el pelotari entiende que necesitará ser infiltrado en caso de tomar la decisión de jugar, algo que también hará para la prueba de mañana. «Sin infiltrar el dedo es imposible jugar. Tocar con cualquier esquina ya me hace daño y tengo claro que sin infiltrar no se puede jugar y quiero ver cómo me responde infiltrándome. Si el jueves infiltrado me hace daño, seguro que el sábado no juego», señaló un Ekaitz Saralegi que no ha variado un ápice su idea inicial de renunciar a jugar si siente la más mínima molestia, por mucho que el otro partido del grupo haya variado de fecha, lo que puede haber añadido mucha presión a su decisión.

Es por ello que de cara a la prueba que realice mañana, Saralegi tiene previsto tratar de asemejarse lo más posible a las condiciones de competición. «Quiero probar como si fuera un partido, darle todo lo que hay que dar. He hablado con el médico y lo que quiero es que sea lo más real posible. Infiltrarme, ir allí, ponerme los tacos, calentar y hacer un partido normal, si puedo a 22, y darle a la pelota todo lo que pueda. Ahí se verá si estoy en condiciones de jugar. Probar suave suave e ir a jugar el sábado es muy peligroso. Antes de llegar el sábado quiero hacer una prueba muy seria», insistió el pelotari de Amezketa, que sigue con muchísimas dudas.

Elección

El de Amezketa acudirá hoy a las 11.30 a la elección de material prevista en el Labrit, donde apartará las pelotas solo con la mano derecha.