Oihane LARRETXEA DONOSTIA

«Enda», un juego entre la fantasía y la realidad del siglo VI

Toti Martínez de Lezea presenta su última novela, «Enda», publicada en euskara y castellano. Ambientada en el año 580 en algún lugar de Euskal Herria, la escritora trae una historia épica, de tribus y mitología, donde distinguir la verdad de la ficción queda en manos del lector.

¿Qué es real y qué es ficción en la última novela de Toti Martínez de Lezea? Difícil saberlo. «Enda», que es así como se llama la versión en castellano, «Enda lur» la traducida al euskara, habla de mitología vasca, de tribus, de dragones, y de guerras. De sucesos épicos. También habla de lunas rojas y diosas, pero no hay reyes, ni reinas. Con estos elementos alguien podría pensar que tiene todos los ingredientes posibles para alejarse de la no ficción y sumergirse en un mundo de fantasía... No obstante, esa sería una deducción precipitada.

Ambientada en el siglo VI, hacia el año 580, la novela llevará al lector hasta un lugar indeterminado de Euskal Herria; obviamente, no a la Euskal Herria que conocemos ahora, ya que en aquella época no existía como tal, «tampoco Vasconia, ni Nafarroa», matizó la escritora gasteiztarra durante la presentación que tuvo lugar ayer en Donostia.

La población entonces se dividía en tribus, cuyos nombres ha recogido fielmente la autora: tarbeliarras, xiburuarras, bedostarras, oskidatearrak, bigorratarras...: «Eran tribus que tenían en común el territorio, una lengua y que luchaban contra sus enemigos y entre ellas», explicó.

En este nuevo trabajo de casi 500 páginas, la mitología vasca juega un papel importante, cuya riqueza resaltó en varias ocasiones. A este imaginario autóctono llegó a través de los relatos mitológicos reunidos en la obra de José Miguel Barandiaran. «¿Para qué acudir a la mitología anglosajona o romana? ¿Para qué introducir duendes cuando aquí tenemos seis tipos de gigantes, cuatro lamias diferentes, dragones de una, tres y siete cabezas...?», preguntó Martínez de Lezea, destacando que nuestra propia cultura «nos ofrece los elementos suficientes para escribir las novelas».

Sobre la veracidad de estos personajes, la escritora les dio toda la credibilidad posible, porque, a su juicio, todas las sociedades, sea en la época y en el lugar que sea, creen en algo. Y desde el momento en que se cree ciegamente en ese algo, o alguien, para esa persona cobra toda la veracidad posible. «¿Es real?», preguntó al respecto. «Habría que discutir si aquello en lo que se cree hoy en día es tangible. La Virgen María puede ser tan verdadera para algunas personas como en otra época lo eran los dragones o gigantes, por ejemplo», expuso.

Guerreros y batallas

La protagonista principal de su novela se llama Endara, una niña que nace una noche de luna roja, una circunstancia considerada entonces portadora de malos presagios. La joven es es señalada por bruja y la temen, sospechan de ella. En esas circunstancias, decide abandonar su hogar, y ahí comienza su aventura. Suya será la tarea, aunque no sea consciente, de mediar entre los dioses y las personas y en la se encontrará con personajes como Ihabar, un joven ambicioso que «quiere ser el mejor guerrero», explicó Lezea.

Las batallas que describe también son reales, al igual que el estilo de vida que llevaban. Luchaban por preservar la seguridad de su población, pero no había reyes con ejércitos, sino hombres valientes y cazadores habilidosos que poco temían. La responsabilidad de proteger a la población y dirigirla no era un título que se heredara, como ocurría en la nobleza o en las monarquías, sino que en cada momento se elegía a la persona adecuada para ello. Eso también se refleja en «Enda».

En una comparecencia muy animada por la pasión que transmite al hablar de su oficio, Martínez de Lezea admitía que se lo ha pasado «muy bien» haciendo este último proyecto. Lo ha escrito en seis meses, pero han sido más de dos años de investigación y estudio, que ha realizado con la ayuda de otras personas.

Según contó, los primeros textos de la época a la que hace referencia «Enda» están escritos en el siglo XVII. Por lo tanto, la novela acontece en una «época oscura» debido a las pocas referencias históricas que existen. Así, la autora gasteiztarra reconoció la libertad que se ha tomado para «imaginarse lo que quiera». ¿Qué es real y qué es ficción en la última novela de Toti Martínez de Lezea?».

¿Quién se atreve a identificar los rincones?

Ayer lo confeso entre pícaras sonrisas; se ha divertido, y mucho, haciendo la novela. Tanto, que el lector ha de saber de antemano que la autora juega al despiste constantemente. En «Enda» aparecen rincones muy conocidos de nuestra geografía y, sin embargo, resultará difícil identificarlos. ¿Qué monte se esconde detrás de «La montana de la Luna?, ¿Qué acantilado se presenta como «La garganta de Tártaro? ¿Qué es «La quebrada oscura»? La gasteiztarra ya ha picado la curiosidad de los más inquietos. Según contó, lectores le han escrito con sus propuestas... sin dar en la diana. Es posible hacerlo en su Facebook. O.L.