Triunfa el gallego que corre en casa
Pedro Nimo se impone despreocupado de la marca y compartiendo el triunfo con los aficionados antes de cruzar la meta en Anoeta.

Pedro Nimo fue el vencedor de la 37ª edición del maratón de Donostia, que en categoría femenina fue para Verónica Pérez. El gallego ganó con un registro de 2.15:57, discreto para la prueba y más para los tiempos que corren en los 42 kilómetros, aunque acorde con la regularidad del atleta y sobre todo con su particular filosofía del deporte y de la vida. A Nimo no le importaba el crono y no dudó en pararse a saludar al público antes de cruzar la meta.
Es un atleta agradecido, que ha enganchado a los aficionados vascos al atletismo por su cercanía, su desapego y por tenerles en cuenta. «Todo fenomenal, pero la verdad es que hoy me voy con un pero grande y es que en el kilómetro treinta y algo un juez me sacó tarjeta amarilla, me amenazó con que me iba a echar porque la gente en bici me animaba. Estaban en el carril bici, si están en el circuito me callo. Me entró flato, me ahogaba. Me dieron ganas de parar, de no subir al podio. Si se dedicasen a controlar bien el doping cuando hubo que controlarlo, igual ahora estaban las cosas de otra manera», dijo en su primera declaración.
Eso le empañó parte de la victoria, porque Nimo no venía buscando mejorar marca, ni plaza para Beijing'2015 -había que bajar de 2.13, pero el intuyó que nadie podría correr tanto en un asfalto tan mojado que resbalaba bastante- sino meterse en el podio y disfrutar del camino. «A mí me da igual no hacer 2.10. Yo no venía con la intención de clasificarme para el Mundial, esa etapa ha pasado para mí. Hoy ganas, mañana pierdes, que más da. Lo que me llevo del atletismo es el cariño. Si lo hago bien me aplauden y si lo hago mal me animan», comenta un atleta que se siente afortunado.
«Es bestial, que te digan «gallego corres en casa». Me siento como en casa o mejor, son muchas emociones. En la Behobia me costó y en esta quizás más. Quería llorar pero tenía que correr». Y habló de las liebres, Rafa Iglesias y Villalobos, compañeros que le ayudaron a llevar la carrera hasta el kilómetro 20. En meta se acordó de todos, de sus primeros entrenadores, «esa gente que hace atletas no campeones», de su primer triunfo en un cross de Zornotza, de la gente del medio maratón Azkoitia-Azpeitia, pero sobre todo de Arantza Ezquerro, fallecida en la Behobia'2013 que ganó Nimo y a la que dedica sus triunfos con la chapa y su número de dorsal prendido en la camiseta mientras Ibon, el novio de la navarra, le anima «el que más».
El gallego se impuso por delante del tunecino Hosni Wissem -segundo con unos modestos 2.17:59 para alguien que aspiraba a terminar en 2.10-, mientras Eliseo Martín repitió el tercer puesto del año pasado.
Por el camino se retiraron Juan Carlos Hernández y Vanessa Veiga. Los campeones de la última Behobia se quedaron sin su segunda txapela del mes y de momento sin billete para el Mundial. Un trío de debutantes ocupó el podio femenino.
La asturiana Verónica Pérez se proclamó campeona de España, aunque se quedó a un minuto y 45 segundos de Beijing. Marta Silvestre, segunda, logró su primer «gran podio», aunque la atleta del BM Bilbao Santutxu sufriera los rigores de la distancia con un serio tirón mientras hablaba y contaba sus impresiones a los medios, que le obligó a postrarse en la camilla momentos antes de que su madre le sugiriera «esto es muy duro, no corras más». Elena Moreno completó el cajón.
Gustó el circuito
La carrera también repartió los títulos de Gipuzkoa, que fueron para el hernaniarra Eduardo Gallego y la hondarribiarra Claudia Behobide. Ambos, con unos cuantos maratones de Donostia en sus piernas, coincidieron al señalar que el nuevo circuito mejora los anteriores, permitiendo una mejor convivencia entre los participantes del medio maratón y la prueba reina.
También le gustó a Eva Esnaola, la ultrafondista que con 54 años recién cumplidos corrió su 27º maratón, chupado para una atleta veterana con tres pruebas de 100 kms, tres de 24 horas, otras tres de 6 días y un reciente tercer puesto en el exigente Espartatlon de 246.
El medio maratón se lo adjudicaron a Rafa Iglesias, pese a que entró de la mano junto a Enrique Fernández, luego descalificado, y el navarro Antonio Casado. La prueba se desarrolló en buenas condiciones meteorológicas, con 14 grados, casi sin viento salvo en las zonas expuestas, algo de humedad y excelente ambiente en las aceras y en el estadio. Las primeras cifras facilitadas por la organización apuntaron a que tomaron la salida un total de 5.700 en las tres categorías de los 6.400 inscritos. En el maratón salieron 3.256 y concluyeron 2.903, en el medio maratón salieron 1.589 y en los 10 kilómetros 893.
Palacio y Martín, en el Cross Hiru-Herri
El sevillano David Palacio (Simply Scorpio) y la barcelonesa Jacqueline Martín (Barcelona) se adjudicaron ayer la victoria, en categoría masculina y femenina respectivamente, del -XXIII Cross Hiru-Herri- de Burlata.
Palacio protagonizó la sorpresa al derrotar al gran favorito, Ayad Landasem, campeón de España de cross, mientras que Martín aprovechó las molestias musculares de Isabel Macías, ganadora del año pasado, para conseguir su tercer triunfo en Burlata tras los obtenidos en 2007 y 2009. Palacio, especialista en 1.500 metros, se mostró contento de ganar en Burlata y además «a un especialista como Landasem. No se puede pedir más en mi primera participación», comentó.
Martín, por su parte, no pensó que Macías se iba a descolgar. «Me he quedado un poco desconcertada. He disfrutado mucho del circuito y del público, que me ha ayudado a llegar a meta. Ha sido una gozada correr la última vuelta en primera posición», dijo tras dedicar la victoria a Itziar Lazurtegi, atleta fallecida en octubre. EFE
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