Amaia U. LASAGABASTER
La actualidad

Un referente al que aferrarse

Por primera vez en siete jornadas, el Eibar concluyó el choque de Vigo con su portería a cero. Manu del Moral reconoce que el equipo sufrió más de lo que le habría gustado, pero cree que el ejercicio de concentración y solidaridad que realizó mereció recompensa.

Ochenta por ciento de posesión, medio centenar de centros al área, un balón al larguero, media docena de paradas milagrosas del guardameta rival... Los números del Celta en el choque del pasado sábado apabullan, pero el único que vale, el tres de los puntos, sonrió al Eibar.

El reencuentro con la victoria no se produjo, probablemente, de la forma soñada. Pocas ocasiones y demasiado sufrimiento. Pero lo sucedido en Balaídos también puede tomarse como una suerte de referente de cara al futuro. Aunque solo sea porque, por primera vez en siete jornadas, los azulgranas dejaron su portería a cero, una condición que se les revela casi indispensable -solo han ganado un partido habiendo encajado goles- para celebrar el triunfo.

Manu del Moral, uno de los grandes protagonistas del choque después de que su primer gol como jugador azulgrana diera la victoria al Eibar, reconoce que se sufrió mucho, «muchísimo», pero eso no resta méritos ni importancia a la victoria, en la que pasaron muchas más cosas que el acoso celtiña al área armera. «Es verdad que no ganamos de la forma más vistosa, pero los partidos se pueden ganar de muchas maneras y en este caso había que hacerlo así. El Celta es un equipo con mucha calidad, mucha posesión de balón, que te encierra... El partido era para eso, para defenderse bien e intentar pillarles en alguna contra», explica el jugador andaluz, que tampoco tiene claro que la victoria pueda considerarse casi un milagro.

«Se lo he oído a más de uno, que de diez partidos así perdemos nueve. A lo mejor es así, pero no necesariamente. Hasta que hicimos el gol, la posesión fue del Celta, tuvo ocasiones, pero también el equipo tuvo alguna llegada. Yo tuve una ocasión, hubo un disparo muy bueno de Saúl, otro de Capa... Después del gol ellos apretaron aún más y tú inconscientemente te metes un poco más atrás, esperando a ver si puedes sentenciar a la contra. Pero si el primer gol lo hubiesen marcado ellos, o si hubiésemos llegado al setenta con empate, la lectura, las estadísticas y el resultado serían muy diferentes. Yo creo que el equipo hizo lo que tenía que hacer», insiste.

Y esa lista de obligaciones azulgranas la encabezaba la solvencia defensiva, tras haber zanjado los seis encuentros anteriores encajando goles, un lastre insalvable para un equipo como el Eibar. «Es la base de este equipo -subraya Del Moral-. Es un equipo tácticamente muy bueno, que defiende muy bien y que parte de dejar la portería a cero para intentar aprovechar después las ocasiones. Y últimamente nos estaba costando mucho hacerlo. Más allá de que hayamos jugado contra el Real Madrid o fuera de casa, nos estaba faltando ser más contundentes, todo el equipo, en términos defensivos. Sabíamos que una de las claves para volver al camino que queríamos era retomar esa identidad nuestra y dejar la puerta a cero. Lo conseguimos, trabajando todo, y con la defensa y el portero espectaculares, sacándolo todo pese a que fueron cuarentaytantos centros».

«Un tío testarudo»

Lo cierto es que a base de empates a cero tampoco se llega a las cifras de la permanencia. Hacen falta goles y, en ese sentido, la jornada se cierra de forma especialmente satisfactoria para Del Moral, que celebró en Balaídos su primer gol del curso. No se resiste el delantero a la corrección política y asegura que «uno lo que quiere es que el equipo se lleve los tres puntos» pero admite que «si es con un gol tuyo, mucho mejor».

Y es que, como asegura el futbolista jienense, «de cara al público o a los medios, en el caso de los delanteros al final todo se reduce a los goles. Es igual que corras doce kilómetros o que en defensa estés espectacular, porque si termina la Liga y no has marcado ningún gol, pues chaval defiendes muy bien pero véte de central, que nosotros queremos un delantero que marque goles -sonríe-. Ayer tuve la suerte de marcar el primero y ojalá lleguen muchos más».

Por eso y por mucho más, el de Balaídos fue «un partido perfecto personalmente porque pude marcar el gol de la victoria y además acabé muy satisfecho con el trabajo que hice».

También con un buen espaldarazo para la confianza porque, aunque Del Moral asegura que no es de los que se vienen abajo, las dudas le asaltan como a cualquier otro. Y los dos meses que ha permanecido de baja por una dolencia en el pie han sido propicios para ello. «Soy un tío testarudo, quizá porque con 14 años me fui de casa para intentar ser jugador de Primera y eso nos ha costado muchos sacrificios a mí y a mi familia. Pero es verdad que cuando te lesionas, te recuperas, te lesionas otra vez, ahora dos meses... Muchas veces te preguntas si podrás volver a estar bien. Pero soy testarudo -insiste- y con el ánimo de la gente que me rodea, mi mujer, mi familia, los compañeros, el míster, he tenido ese plus de sacrificio para recuperarme. Ahora con los minutos, y espero que con los goles, me estoy reencontrando, sabiendo que todavía tengo mucho que demostrar, y eso me motiva aún más para seguir trabajando».

Y para contribuir, claro, a un próspero futuro del Eibar. Aunque, pese al gustazo del fin de semana y la buena situación clasificatoria del equipo, el ariete asume que esa prosperidad difícilmente se desligará del sufrimiento. «Ojalá que no pero, sinceramente, si nos ceñimos a la realidad puede que el partido de Vigo sea un resumen de lo que puede ser la temporada, con mucho trabajo, mucho sacrificio y costándonos mucho ganar cada punto, porque esta categoría es complicadísima. Pero al mismo tiempo, ese partido también nos dice que con nuestra capacidad de sacrificio somos capaces de agarrarnos a cualquier posibilidad de sumar que podamos tener».

Una larga semana sin descanso

El Eibar regresará al trabajo mañana en Ipurua y ya no volverá a respirar hasta el próximo martes. El lunes (17.00) intentará dar continuidad al triunfo de Balaídos ante el Almería, pero antes se estrenará en Copa.

Será el viernes en Getafe (20.00), ante el equipo con el que Del Moral alcanzó sus mejores cifras. «Me dieron la confianza cuando era prácticamente un desconocido -recuerda-. Si soy algo en el fútbol es gracias a la oportunidad que me dieron ya los entrenadores que tuve, compañeros, presidentes, todo el mundo. Siempre lo llevaré en el corazón de una forma especial». Aunque «yo siempre defiendo el escudo que llevo en el pecho».

El viernes será el del Eibar y el jienense, si juega, intentará «hacerlo lo mejor posible», en un choque en el que los «detalles» volverán a ser decisivos. «El Getafe es uno de los 10-12 equipos que vamos a estar luchando por el mismo objetivo. Las diferencias son mínimas entre nosotros y los partidos se desnivelan por pequeños detalles». Del Moral confía en que del lado azulgrana porque, pese a que el objetivo prioritario es la permanencia, «la Copa ilusiona y no podemos dejarla de lado». A.U.L.