El latiguillo de que «lo más importante es estar bien el domingo a la hora del partido» es posiblemente uno de los más utilizados por Aimar Olaizola en todas sus intervenciones previas a este tipo de finales. Sin embargo, saber adaptarse a lo que la situación le exige en cada momento, para poder dar ese 5% más que sus rivales, es una de las claves del impresionante palmarés del de Goizueta, y es a lo que ahora mismo confía sus posibilidades de calarse su octava txapela del acotado.

Y es que el delantero de Asegarce no terminó excesivamente satisfecho tras el entrenamiento, el primero en Bilbo antes de la final, sesión en la que se ejercitó con el prometedor aficionado Asier Agirre.

«Yo ya sé cómo estoy, y lo que tengo claro es que, contra un pelotari como Irujo, con el juego que tiene, si no estás muy bien, no le ganas. Tengo experiencia, llevo muchos años en esto y lo tengo claro. Las sensaciones no son buenas, pero este tipo de partidos los suelo jugar bastante bien y espero que se repita. Si yo doy lo mío, lo que tengo seguro es que le daré trabajo. Ahora, si estoy al nivel que estoy dando hasta ahora, no tendré nada que hacer», declaró el de Goizueta sobre la cancha del Bizkaia de Bilbo.

Al margen de la carga que estas declaraciones pudieran tener en esa guerra sicológica que siempre se utiliza en estas horas previas a los partidos decisivos, la verdad es que el vigente campeón de la distancia ha pasado más problemas que nunca en su trayectoria hasta la final, la octava en su carrera. Y, por mucho que queden otros diez días hasta que se ponga en juego la txapela, y sea uno de los pelotaris que casi siempre llega a las finales en su mejor momento del campeonato, Olaizola II no espera grandes mejoras de aquí al día 14 de diciembre.

«Lo que tengo claro es que el trabajo ya está hecho, los entrenamientos están hechos de antes y ahora hay poco tiempo de mejora, pero espero estar bien el día del partido. No le estoy dando demasiadas vueltas a mi estado de forma, lo importante es estar a gusto y prepararme lo mejor posible para ese día».

Volver al Bizkaia

De hecho, uno de los principales objetivos del entrenamiento de ayer, según el de Goizueta, era el de volver a tener contacto con el frontón de Bilbo, un recinto que no pisaba desde que disputó la final del torneo de Aste Nagusia en la que, acompañado por Barriola, se impuso por 22-19 a Martínez de Irujo e Ibai Zabala.

A priori, la cancha de Miribilla es un frontón que se amolda muy bien a sus características, desde luego mejor que el Ogeta de Gasteiz, pero el mejor especialista de la historia del acotado no cree que jugar en Bilbo o en otro frontón tenga demasiada transcendencia en el desarrollo del juego. «No tengo problemas, yo creo que eso son tonterías que sacan algunos pelotaris, las dos últimas finales las jugamos en Gasteiz. Por ese lado no hay ningún tipo de excusas por jugar en Gasteiz, en Iruñea o en Eibar. Hoy en día todos los frontones son buenos».