Lo peor de cambiar de entrenador en plena temporada, más cuando llega desde otra Liga, es que el nuevo no conoce la plantilla. Resultó llamativo ver en Riazor a Moyes preguntar cómo se llamaba Chory Castro, pero eso es lo de menos. El técnico escocés necesita un tiempo para conocer su plantilla, lo dice y lo repite en cada rueda de prensa como si estuviera el frente de un equipo de jugadores desconocidos, y buena prueba de ello es la cantidad de cambios que realizó durante el partido de ayer. Santana e Imanol apostaron ante el Atlético de Madrid por los jugadores de más experiencia y el equipo respondió bien y Moyes ha seguido las pautas de lo que vio en aquel encuentro. Pero cuando las cosas no funcionan como sucedió ayer no le queda más remedio que experimentar y hacer una pretemporada en plena temporada. Lo ideal es que encuentre soluciones en lo que tiene, pero lo normal es que pida fichajes en enero.