19 goles, 11 goleadores. Es indudable que un puñado de futbolistas llevan la batuta ofensiva, pero en el Eibar el gol es cosa de todos. En opinión de uno de los que ha repetido -con el que abrió la goleada frente al Almería ya son tres-, Federico Piovaccari, eso se debe al compromiso de todo el colectivo y no solo se constata en el área rival.

«Es por el trabajo que hacemos todos. Arru, Del Moral, yo..., trabajamos mucho en defensa. No creo que otros delanteros de la Liga defiendan tanto -sonríe el italiano-. Pero es la mentalidad que tenemos. Somos un equipo pequeño en el que todos trabajamos para defender y para atacar y por eso se reparten los méritos defensivos y también los goles». Mención aparte merecen «las jugadas de estrategia. El míster incide mucho en ellas y son muy importantes para nosotros. A balón parado se marcan muchos goles y se deciden muchos partidos. Nosotros lo trabajamos mucho y se ve en los resultados».

Resultados como el del domingo, que supuso la victoria más contundente del Eibar desde su llegada a Primera. «Fue un partidazo», se felicita Piovaccari, y sobre todo, fue un triunfo importantísimo. «Cuando ganas contra estos equipos, con los que vas a pelear por el mismo objetivo, es como si consiguieras tres puntos», subraya.

Son 19 los que tiene ya el Eibar. Aunque el delantero de Gallarate, como su entrenador la víspera, también asegura que prefiere no mirar la clasificación «porque faltan todavía muchos partidos y hay muchos puntos en juego. Hasta que no haya avanzado la segunda vuelta no podemos estar tranquilos. Ahora tenemos que pensar que quedan cinco partidos para acabar la primera vuelta y que tenemos que aprovechar este momento para llegar así». Sí reconoce Piovaccari que el ritmo es bueno. No se ha consumido la mitad del calendario y la escuadra armera ya ha sumado la mitad de los puntos que se necesitaron el año pasado para mantener la categoría. «Es verdad. Pero en fútbol puede pasar cualquier cosa, así que lo único que tenemos que pensar es en intentar llegar cuanto antes a los cuarenta».

Un planteamiento que también aplica a los nueve puntos de ventaja que tiene el Eibar respecto al descenso y que, suceda lo que suceda en las dos últimas jornadas del año -ante Sevilla y Valencia-, le permitirán llegar al parón navideño a salvo. La situación invita a la tranquilidad pero solo «relativa. La tranquilidad puede ser peligrosa -advierte-, sobre todo ante dos equipos que van a estar pelando por la Champions. Así que hay que estar tranquilos pero tensionados para intentar jugar como ayer o como contra el Celta».