Los socios anteriores al 31 de agosto de 2012 -cuando el equipo comenzó su última andadura en Segunda B- verán congelado el precio de sus abonos durante el próximo año. Con ello, el Eibar quiere premiar la fidelidad de sus seguidores más acérrimos, ahora que se viven días de vino y rosas en la entidad armera, militando en la máxima categoría del fútbol estatal.

La medida va a afectar a unos 2.500 abonados de los 4.600 que a día de hoy pagan cuota y se ha puesto en marcha como respuesta a la proposición que algunas personas realizaron en la junta general de accionistas celebrada el pasado noviembre. Se trata de una iniciativa especial, que solo se aplicará durante un año.

Un abonado adulto, con una antigüedad anterior a 2012, desembolsará entre 209 y 297 euros en 2015 por ver al equipo en Primera. En cambio, el importe para el resto irá de 265 a 396 euros, la misma cantidad que pagarán quienes se sumen para el próximo año y sean accionistas. Los que no lo sean pagarán más, entre 318 y 374 euros.

Los desempleados seguirán gozando de un descuento en 2015, porque su tarifa se igualará a la de los juveniles, jubilados y discapacitados, que pagarán entre 150 y 250 euros en el caso de abonados sin antigüedad. Además, para compensar las molestias que producen las obras de ampliación del campo en la tribuna norte, que durarán hasta junio, también pagarán menos los abonados de dicha zona el próximo año.

Reducción de ingresos

«Lo que se pretende con estas medidas es premiar la fidelidad y lealtad de aquellas personas que apoyaron al Eibar en los momentos más difíciles, que nos acompañaron en Segunda B», explicó el presidente del club, Álex Aranzabal, quien compareció junto a la directora de marketing, Gema Baqué.

Las rebajas de las tarifas a gran parte de la masa social azulgrana durante 2015 van a suponer una reducción de ingresos de unos 200.000 euros, aunque ello no será un quebranto en su economía. El Eibar tuvo superávit en Segunda B, Segunda A y hay establecido uno de 1,8 millones para Primera.