En el fútbol de élite va todo tan rápido, que ni siquiera hay tiempo para saborear los buenos momentos. Tras el magnífico empate que el Eibar consiguió en el últimamente compli- cado Sánchez Pizjuán, no hay lugar a celebraciones y sí a pensar en el siguiente compromiso. La filosofía del partido a partido, tan instalada en la memoria futbolística actual, obliga a que la escuadra armera piense de inmediato en lo que le espera mañana.

Un reto que se torna ciertamente enrevesado, pues levantar una eliminatoria copera en la que se parte con tres goles de desventaja no es algo habitual, aunque suele darse. Y a eso se aferra el equipo guipuzcoano, que está viviendo uno de sus mejores estados de forma ante rivales de mucho potencial. «Vamos a salir a intentarlo y a utilizar nuestras armas, que el equipo no baje los brazos porque, si no, mal andaríamos. En Getafe hicimos uno de los peores partidos de la temporada y será difícil repetirlo», aseguró Ángel Rodríguez.

Entre las bazas con la que cuenta el conjunto guipuzcoano, que paradójicamente en el Coliseum Alfonso Pérez no se dio, está la de su solidez defensiva. Hasta en cinco ocasiones en Liga ha mantenido su portería a cero, una circunstancia que será importante si se quiere optar al revolcón frente a los azulones. «Era uno de los objetivos primordiales de los que hablamos al comienzo de temporada, sabedores de que los rivales iban a tener un gran potencial ofensivo. Si no encajamos, tenemos más posibilidades de ganar que de perder», aseguró el delantero tinerfeño.

Se da la curiosidad de que el equipo se muestra más contundente en el apartado defensivo lejos de Ipurua, ya que de esos cinco envites en los que Irureta no ha tenido que entrar a sus redes a recoger ningún balón, cuatro han sido fuera de casa. «Quizás es porque salimos más mentalizados y en casa jugamos más alegres ante nuestro público», intentó justificar el futbolista azulgrana.

Sea como fuere, lo cierto es que el Eibar ya es considerado como el equipo revelación de la máxima categoría y, ahora mismo, un adversario incómodo al que no gusta medirse. «El equipo va partido a partido y, aunque este próximo sábado tenemos un bonito encuentro ante el Valencia, ahora mismo todos pensamos en el Getafe y la posibilidad de darle la vuelta a la eliminatoria», apuntó. «El equipo está en la mitad del camino de la salvación, pese a su poca experiencia en la categoría, pero en estos momentos lo veo cada vez más fuerte y sólido en Primera. En cualquier caso, la segunda vuelta va a ser más exigente, porque los equipos que ahora están abajo van a apretar mucho por salir», avisó.

No se marcha

El isleño, que comenzó la campaña teniendo la confianza de Gaizka Garitano, ha quedado relegado a un segundo plano con la llegada de Piovaccari y Lekic. «Está muy caro entrar en el equipo, pero, a base de trabajo y esfuerzo, quiero demostrarle al técnico que está equivocado. Confío en que este miércoles tenga minutos para hacerlo», avanzó.

Pese a su situación y a los cantos de sirena que le llegan desde el equipo de su tierra, el Tenerife, Ángel Rodríguez confirmó que se queda en Eibar. «Tengo un año de contrato y mi intención es la de cumplirlo, el próximo verano ya veremos qué hacemos. Ahora solo estoy centra- do en hacerme un hueco en el once», explicó.