Numerosas Sansilvestres despidieron el año durante gran parte del miércoles con mucho frío pero gran ambiente, en una jornada fresca aunque apropiada para el atletismo. La San Silvestre donostiarra, que organiza Amara Kirol Elkartea, batió ampliamente su récord de participantes en su 30ª edición, puesto que de los 4.000 inscritos -con un considerable 35% de participación femenina- que agotaron los dorsales 3.497 llegaron a meta superando los 3.051 que la cruzaron en 2013. Esta vez además estrenaron llegada en la calle Easo, que sustituyó a la plaza, en una vía pública a su disposición sin compartirla con el humo de los autobuses ni los coches porque la recta de llegada estaba cerrada al tráfico y con gran animación en las aceras.

Alberto Revuelta y Elena Silvestre -ambos entrenados por Ricardo Jiménez- se impusieron en esos 8,4 kilómetros que arrancaron junto al polideportivo de Benta Berri. El elgoibartarra vio premiada su fidelidad a la carrera en su cuarta participación consecutiva con una nueva victoria que añadir a la conseguida en 2012. Revuelta evitó sorpresas de última hora para mejorar el quinto puesto de 2011 y 2013, acelerando lo necesario para concluir en 25 minutos y 41 segundos. De esta manera evitó pelear al final con varios de los habituales a esta prueba que como Imanol Cruz se vieron de nuevo privados del triunfo. El donostiarra es el Poulidor de la San Silvestre donostiarra, abonado al segundo puesto en las cuatro últimas ediciones. Esta vez concluyó en 25:56, mientras el también donostiarra Ander Sagarzazu, el mismo que en la Behobia se llevó el premio Diego García como mejor guipuzcoano, completó el podio en 26:00. Junto a ellos se movió durante gran parte del recorrido el hernaniarra Sergio Román (26:08), quién calcó su cuarto puesto de la edición anterior. Entre las mujeres se impuso Elena Silvestre, que hizo honor a su apellido y también vio recompensada su regularidad porque el año pasado quedó segunda. La turolense afincada en Errenteria fue la 42ª en la clasificación general y concluyó en 30:16. Silvestre nunca vio cuestionada su supremacía puesto que la lezotarra Lurdes Oiartzabal terminó segunda en 30:41 y Uxue Fraile, la donostiarra que ha acabado quinta en la competición mundial de ultra trail, regresó al asfato para completar el podio (31:04).

La fiesta deportiva estuvo sobre todo en los 3.500 atletas uniformados con la camiseta-dorsal esta vez de color sobre todo blanco, aunque también azul, y en los disfrazados. El premio de la cesta navideña se lo llevaron un grupo de corredores vestidos de uvas y con reloj incluido en alusión a las campanadas de fin de año.

También el último ganador del maratón de Donostia y de la anteúltima Behobia, Pedro Nimo, corrió en su Santiago natal vestido de Santa Claus y divirtiéndose entre amigos.

En el Circuito de Nochevieja, solo Trihas Gebre rompió el festival marroquí en las calles de Galdakao y de paso se quitó la espina mejorando el segundo puesto obtenido en 2013. Sobre un recorrido de 4,2 kilómetros en un circuito urbano muy ambientado, la etíope-donostiarra venció en 14:05, por delante de Kaoutar Boulaid (14:13) y de Hanane Ouhaddou (14:19), que superó a la etíope Tigist Bikila, y se impuso al podio femenino que al mediodía se concretó en Beasain. No solo las africanas doblaron. También se animó la vizcaína Iraia García, sexta en Galdakao y tercera en Bilbo.

Gebre, recuperada de un fuerte pisotón en el Europeo de Bulgaria de cross que le relegó a la 13ª plaza, correrá este domingo en Donostia el cross de la Gimnástica de Ulia, como en 2014 después de participar en la decana de las sansilvestres vascas

Para los marroquíes fueron cinco de las seis posiciones sumando los podios masculino y femenino y en la carrera de hombres invadieron el top15.

Salah-Eddine Bounasr, con un tiempo de 25 minutos y 26 segundos para 8.500 metros, venció en la localidad vizcaina, donde el gran triunfador este otoño en las carreras vascas, Hassan Oubaddi (Real Sociedad) fue segundo y a seis segundos. También Bounasr subió al podio horas antes en Beasain, pero en la localidad guipuzcoana se vio superado por el marroquí Said El Otmani, que sorprendió a todos en la 40º edición de la San Silvestre de Beasain que volvió a tener dominio africano.

Nuevo formato

En la Bilbo-Errekalde, que estrenaba recorrido, arrasaron los atletas de los clubes locales Bikila y BM-Bilbao Santutxu copando los dos podios de una prueba que contó con 2.500 corredores.

Borja Peña y Leire Medina con tiempos respectivos de 25:57 y 28:31 fueron los más rápidos en los 7'9 kilómetros que partieron del Museo Guggenheim y concluyeron en el barrio bilbaino. Sergio López Carazo, un atleta de Basauri de 800 y 1.500 metros, que la pasada temporada militó en el CA Artunduaga y actualmente corre como independiente, alcanzó la meta volante (4.700 metros) porque salió a por la gran cesta navideña para ser el primero en hacer el paso por ese punto del recorrido.

Pero en la meta se presentaron Borja Peña y Unai Uriarte -ganador en 2013- cogidos de la mano y a casi medio minuto entró Aitor Sarrionandia.

Medina se impuso por 49 segundos de margen a su compañera de equipo Maite Arraiza, en tanto Iraia García y Saioa Elaso -todas con la camiseta roja del club bilbaino- entraron tercera y cuarta. En general, el circuito diseñado por Korrikazaleak gustó a los participantes, pese a subidas y bajadas por la geografía de la capital vizcaína.

En Gasteiz, la marroquí del Santutxu Majida Maayouf, que ya había ganado hace diez días el Memorial Itziar López de Uralde, le arrebató el triunfo a la alavesa Elena Loyo con un tiempo de 21.40 sobre 6.500 metros.

La productiva jornada del BM Bilbao Santutxu se prolongó hasta Catalunya donde la trialeta Gurutze Frades lo hizó en la San Silvestre de Tarragona donde corrieron 2.000 personas. La de Durango, en pleno proceso de adaptación a los ritmos del atletismo, mostró su evolución con este triunfo en 25:03.

Completó el «repoker» de victorias del BM Lidia Rodríguez, que obtuvo su tercera victoria en La Cursa Dels Nassos. La catalana venció con 32:47 en los 10 kms de esta carrera que se disputa por las calles de Barcelona.