GARA PARIS
Doce muertos en el atentado contra una revista satírica

Alarma y conmoción por la matanza en el semanario

Miles de policías buscaban ayer a los autores de la matanza en la sede del semanario satírico «Charlie Hebdo», amenazado por la publicación de caricaturas de Mahoma, donde acabaron con la vida de doce personas e hirieron a otras cuatro en uno de los atentados más sangrientos en el Estado francés en décadas, y tras el que lograron huir. Medios de comunicación franceses adelantaron que los autores habían sido identificados.

La masacre perpetrada contra la reunión del consejo de redacción del semanario satírico «Charlie Hebdo», uno de los atentados más sangrientos que ha vivido el Estado francés en décadas, conmocionó ayer a la sociedad francesa y europea. El tiroteo dejó doce muertos y cuatro heridos entre los periodistas y dibujantes de la publicación y los policías que luego intentaron detener a los autores del ataque.

Cuatro de los dibujantes más conocidos de la redacción de «Charlie Hebdo» -Charb, Cabu, Tignous y Wolinski- murieron por los disparos de fusiles kalashnikov de los hombres que al grito de «Alá es grande» irrumpieron en pleno consejo de redacción.

Un empleado de un local frente a la redacción del semanario describió «cuerpos en el suelo, charcos de sangre y heridos muy graves». Un vecino, Bruno Leveillé, relató haber oído «una treintena de ráfagas durante diez minutos».

El dibujante Philippe Honoré, una de las víctimas, es el autor del último dibujo divulgado en twitter por el semanario instantes antes del ataque. En él se ve al líder del Estado Islámico, Abu Bakr al-Baghdadi, presentar sus deseos para el nuevo año: «Y sobre todo salud».

Según señaló a la Policía uno de los supervivientes, los agresores entraron a las 11.20 en el número 6 de la calle Nicolas-Appert, en el distrito XI, pero al comprobar que allí se encuentran los archivos del semanario, se dirigieron hacia el número 10, donde se sitúa la sede de la publicación.

Una vez dentro, abrieron fuego contra los presentes en la reunión y contra el policía encargado de la protección del dibujante Charb, que no tuvo tiempo de reaccionar, mientras gritaban «hemos vengado al profeta» y «Alá es grande». Charb contaba con protección policial desde la publicación de caricaturas de Mahoma en 2011. En el ataque también murió el economista y periodista de la radio France Inter Bernard Maris. Poco después, en la calle, a unos metros de las oficinas de la redacción situada en el este de París, los atacantes, con los rostros cubiertos, hacían frente a una patrulla de la Brigada anticriminal que llegaba al lugar, tiroteando un vehículo, aunque sin alcanzar a los agentes que se encontraban en el interior.

Los policías respondieron a los disparos y uno de ellos fue alcanzado. Cuando se encontraba en el suelo, uno de los dos asaltantes se aproximó y le disparó en la cabeza, según se pudo observar en un vídeo difundido por internet.

«Hemos vengado a Mahoma»

Sin detenerse, avanzaron hacia su vehículo de nuevo gritando «hemos vengado al profeta Mahoma», «hemos matado a Charlie Hebdo» y consiguieron huir hacia el norte de la capital, dejando atrás una docena de personas muertas -ocho miembros de la redacción de «Charlie Hebdo»- y ocho heridos.

Medios de comunicación franceses aseguraron que la Policía había identificado a los atacantes como tres hombres -dos al menos de nacionalidad francesa- con antecedentes por cooperar con redes yihadistas.

Pero poco después el ministro de Interior, Bernard Cazaneuve, pidió «responsabilidad» frente a lo que calificó como «informaciones aleatorias». Fuentes policiales señalaron que el modo de operar, frío y con determinación, muestra que se trataba de hombres entrenados militarmente. «No son iluminados», aseguró una de estas fuentes.

Inmediatamente se puso en marcha la operación policial para seguir su rastro, con el despliegue de 3.000 policías en París y se elevó al máximo el nivel de alerta del «plan antiterrorista» Vigipirate.

Grandes centros comerciales, lugares de culto, escuelas, transportes y medios de comunicación fueron puestos bajo vigilancia especial, al igual que embajadas y delegaciones en el extranjero.

Mientras, se sucedían las reacciones de indignación y condena en todo el mundo, con concentraciones en las ciudades francesas, así como en Berlín, Bruselas, Madrid o Londres.

El presidente francés, François Hollande, decretó una «jornada de duelo nacional» para hoy y reiteró su llamamiento a la «unidad del país». «Nuestra mejor arma es nuestra unidad. Nada puede dividirnos. Nada puede separarnos», afirmó el jefe de Estado francés en una alocución solemne retransmitida por televisión. Hoy a mediodía tendrá lugar «un momento de duelo en todos los servicios públicos e invito a toda la población a unirse», señaló Hollande, que comenzará una ronda de contactos con los líderes políticos del país, incluidos sus antecesores en el cargo. También hubo muestras de solidaridad y condenas de Angela Merkel, David Cameron, Barack Obama, Vladimir Putin, Ban Ki moon, la Liga Árabe o Irán.

El pasado noviembre la sede de «Charlie Hebdo» fue destruida en un incendio que el Gobierno calificó de atentado y en 2013 un hombre fue condenado por pedir en internet decapitar a su director después de la publicación de las caricaturas de Mahoma.

Los medios de comunicación franceses adelantaron sus portadas simbólicas, negras, con el lema «Je sus Charlie» o crespones negros de duelo.