Esta temporada empieza a parecerse peligrosamente a la anterior. La Primera División alcanza su ecuador y la sensación de «déjà-vu» es evidente, con el Barcelona en velocidad crucero.

El conjunto azulgrana, que parece haber cubierto su cupo de disgustos con la derrota en Valencia de la segunda jornada, y que además este curso se ha quedado antes sin la distracción de la Champions League, ha encadenado trece victorias que le sitúan al frente de la clasificación, con seis puntos de ventaja respecto al Atlético de Madrid y nueve sobre el Athletic. El problema es que los equipos que podrían hacerle sombra vuelven a morderse entre sí pero apenas hacen daño al conjunto catalán, que camina con paso firme hacia su cuarto título de Liga. No solo es el equipo que ha celebrado más victorias (14), sino también el que más goles marca (49, lo que supone una media superior a tres por partido) y el que menos encaja: apenas tres en 15 partidos.

Aunque no hay nada decidido, a día de hoy hay bastante más emoción en la zona baja de la clasificación. Todos los equipos han sido capaces ya de marcar y ganar y, aunque el Sevilla se descuelga ligeramente, las distancias son todavía cortas. Desde el recién ascendido Santa Teresa, décimo, hasta el Sant Gabriel, 15, solo hay seis puntos de distancia, entre los que se apiñan Prainsa, Collerense y el también debutante Fundación Albacete.

También la Real, que acaba la primera vuelta con tan mala cara, o peor, que el Athletic. Y repitiendo los mismos errores que el curso pasado le obligaron a firmar una segunda vuelta de lujo para acabar logrando la clasificación copera. Se ve muy lejana ahora mismo, con la irregularidad por bandera y una pésima racha que ha impedido ganar a las donostiarras en las cinco últimas jornadas. No ha acompañado la fortuna al equipo guipuzcoano en el plano físico: Chini Pizarro se rompió la rodilla y se perderá la temporada, y Maialen Zelaia y Eguzkiñe Peña, aun con dolencias de menor gravedad, también han tenido que pasar por el quirófano.

El Athletic, en ese sentido, sigue tan gafado como el curso pasado. Con Saioa y Olabarrieta todavía sin recuperarse, también Irune Murua se ha roto el ligamento y la enfermería está habitualmente llena.